martes, 29 de enero de 2019

En mis clases

Llevamos ya casi cuatro semanas de clase y os puedo contar cómo están las cosas por aquí.



En tercero todo sigue más o menos igual. Las dos personas que faltan mucho siguen haciéndolo, y eso no va a cambiar. Y los demás, pues más o menos, sin mucha ilusión por nada. El otro día empezamos un trabajo sobre el último tema de Geografía: Las ciudades. Tenían que escoger una ciudad e investigar sobre ella. Lo que discutí con uno de los alumnos os puede dar la clave de lo que hay.

- Puuuffff, otro trabajo...

- Sí, otro trabajo.

- Yo prefiero hacer examen.

- ¿Para qué, para no estudiarlo, sin más, y no tener que hacer nada?

- No, hombre, no es eso...

- El último trabajo era en grupo y protestaste porque era en grupo. El anterior que era a ordenador protestaste porque preferías a mano, ahora es individual y a mano, os dejo tiempo para hacerlo en clase y también protestas...

- Es que da mucha pereza...



En cuanto a segundo, si os digo la verdad, no me puedo quejar. Los dos alumnos más problemáticos han estado estas semanas bastante tranquilos. Aunque esto tiene truco. Uno de ellos ha estado castigado en un aula él solo durante casi dos semanas. Ha acabado harto, que es lo que se pretendía. Cada profesor al principio de clase pasaba por allí a darle trabajo y él estaba solo con un profesor de guardia cuidando que no se moviera (aparte queda el debate de los recursos que se gastan en estos chicos, que tienen profesores casi particulares y luego nos cuestan profesores de guardia cada día solo para ellos). Así que al volver a clase ha estado bastante tranquilo.



El otro ha estado también castigado con un cambio de horario. Por no expulsarlo, algo que para él es un premio, se le alargó el horario de clase una hora más, y sus padres tenían cada día que venir a buscarlo a las tres y media (desde otro pueblo), después de haber estado ayudando en tareas a las conserjes y la limpieza: regar plantas, mover sillas y mesas...

También ha estado tranquilo, tengo que reconocerlo. Y algo ha cambiado en clase desde que paso de ellos.



Os comenté lo que iba a hacer. No les dije nada de mi cambio de actitud, pero les he puesto a los dos en el fondo de la clase, para que si hacen en tonto, solo se molesten el uno al otro, y cuando reparto temas o ejercicios se los doy a los otros tres, que me pillan enfrente de mi mesa, muy cerquita, y dejo el resto de fotocopias a mi lado encima de la mesa, sin hacerles ni un gesto. Hasta ahora siempre se han levantado a por ellas y si eran actividades se han puesto a hacerlas, y las han corregido como los demás.

Estamos haciendo un trabajo en el ordenador, y todos, repito TODOS lo están haciendo. Así que de momento no ha habido ninguna fricción. No es una victoria ni nada de eso. No tardarán en producirse enfrentamientos pero desde que no les obligo, y paso de ellos, trabajan más y no discuto con  nadie.



Eso es todo. De momento, parece que no ha empezado mal el trimestre. Seguiremos informando.


13 comentarios:

  1. Qué bien.

    Mi trimestre tampoco ha empezado mal del todo, aunque hay cosas mejorables, siempre las hay. Sin embargo no están tardando en surgir problemillas que no sabemos bien cuál es la mejor manera de abordar...

    En fin, el día a dia como profe, querida.

    Un abrazo.

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    1. Uff. Siempre hay muchas cosas mejorables. También interviene en la ecuación cómo estamos nosotros y cómo nos las tomamos.

      Besos.

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  2. Y hay gente que piensa que la vida de los profesores es un paseo...

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  3. Primero, me encantan las casitas con los Sylvian Families :D Y ahora sí, parece que poco a poco las cosas se van tranquilizando por ahí. Mucha paciencia hay que tener madre mía... Y la pereza, mija, es lo peor que hay en un estudiante U,u

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    1. Creo que todo va un poco mejor, pero no significa que en dos días podamos volver a lo de antes...

      Besos.

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  4. Oye, pues muy bien, no? Serán vagos, pero mientras no den por saco y te dejen trabajar, ya es un adelanto a lo que pasaba el anterior trimestre.

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  5. Se me han ido los ojos a las casitas tan maravillosas que has puesto...Luego ya he leído la entrada (añadir icono avergonzado...). Cuanto más te leo, más segura estoy de que hice bien no dedicándome a la enseñanza: es duro y se necesita gente como tú, qué paciencia hay que tener.

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    1. Es duro, no te digo que no, pero a veces es muy reconfortante.

      Besos.

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  6. Me muero con las casitas que has puesto. ¡Son preciosísimas!
    Lo de alargar el horario a ese alumno para que AYUDE me parece perfecto. No sabía que se podía hacer, pero parece una muy buena solución. Respecto al otro, pues si, maldita gracia con la de alumnos con interés (y problemas) que hay, que haya que gastar recursos en ellos.

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    1. Se puede hacer, como muchas cosas, siempre que los padres estén de acuerdo. Y muchos, sobre todo en una ciudad, no lo estarían. Pero la otra opción era un mes a casa.

      Besos.

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  7. ojalá siga todo por este camino... que dure, que dure! ^^u

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