Ya estamos en el segundo trimestre y puedo hablaros un poco de mis alumnos.
No creo que tenga en este centro alumnos con situaciones familiares tan desesperadas y tan tristes como los que he tenido los últimos años, pero no olvidemos que mis alumnos están en un programa especial al que acceden por haber tenido dificultades, que a veces son de concentración, de estudio, pero otras son familiares y de entorno.
Quiero contaros algunas cosillas de mis alumnos, sin nombres reales, claro (esa confidencialidad...) y sin meterme de lleno en algunas cosas que creo que debo callar.
Empezaré hoy por mi principal dolor de cabeza: Sara.
- A los diez años empecé a fumar, y a los once ya fumaba porros.
Son sus palabras, en clase, y ante sus compañeros.
He tenido la enorme suerte de caerle bien. No es mutuo pero ella no lo sospecha y quiero que siga siendo así, porque es una alumna a la que se soporta llevándola bien, y te puede hacer la vida imposible si no es así. Además, ella y su mejor amigo, Jonathan, son los líderes de la clase.
Su amigo y yo hemos luchado desde el primer día porque deje, o al menos limite, su consumo de marihuana. Sin éxito.
Lo bueno es que ella sabe que tiene un problema y quiere dejarlo, pero no encuentra fuerza de voluntad para hacerlo. Sabe que dejarlo viene de la mano con dejar de lado algunas amistades y no quiere pasar por eso, porque sus amigos son para ella lo primero.
Fuma normalmente antes de entrar en el instituto, y luego en el recreo. Y al salir, por la tarde, por la noche... A veces le da la risa tonta y otras está medio dormida, no aguanta las mañanas completas en clase, concentrada o atenta, y depende de la hora que sea, el profesor la aguanta a ella mejor o peor. Su capacidad para entender las cosas y su memoria están bastante mermadas. Ella lo sabe y le da mucha rabia. Necesita que le repitas las cosas, que se las recuerdes, que le des todo muy masticado, porque si no no se entera.
Es muy visceral y temperamental y eso le crea problemas. También estamos trabajándolo.
La semana pasada, por ejemplo, tenía tos y su profesor no le dejó ir al baño. Empezaron una escalada en las que les faltó poco a los dos para llegar a las manos. Resultado: está expulsada un día de esta semana. Y quiero contaros la conversación que tuvo entonces con la jefe de estudios, para que me deis vuestra opinión:
- Ya sé que me he pasado, pero tú sabes que yo he cambiado mucho, que he mejorado mucho desde que entré en el instituto hasta ahora.
- Ya, ya lo sé.
- Y este año lo estoy intentando, es el primer año que estudio, y vengo a clase todos los días. No me castigues, por favor, que voy a pedirle perdón y a intentar hacerlo mejor.
- Tengo que castigarte.
- Pero si he cambiado mucho...
- Sí, has cambiado, pero no lo suficiente.
Aquella conversación me dejó muy mal, porque sé que como jefe de estudios tiene que hacer que se cumplan unas normas, pero... no sé qué decir, si un alumno mejora y cambia y no le toleramos ni un solo error en cuatro meses, cuando antes esta actitud de peleas, broncas, gritos, insultos... era diaria...
¿Qué pensáis?
Hola,
ResponderEliminarEstos temas son muy delicados, sobretodo porqué crean precedentes y, como dices, el jefe de estudios tiene que aplicar la normativa del centro. Peeeero..., también creo, y estoy a favor, de la oportunidad y necesidad de adaptar y/o pactar en algunos casos estas normas.
Una medida alternativa, una disculpa por escrito y pública (en clase). No sé, medidas que hagan ver a Sara y a sus compañeros que su esfuerzo se valora, pero que aún trabajo por hacer.
Ese es el problema, que como jefe de estudios debe hacer que se cumplan las normas, pero es complicado ser flexible desde su posición.
EliminarLo de hacer que se valore su esfuerzo, para eso estoy yo, venga a motivar, que parezco una animadora.
Besos.
Ay! ”que aún queda trabajo por hacer"
ResponderEliminarMe he dejado una palabra, 😅
Se equivocó claramente....
ResponderEliminarYo, desde mi punto de vista de tutora, también lo creo, pero cero que es difícil verlo desde su lado.
EliminarBesos.
Un jefe de estudios tiene que hilar muy fino y tener mano izquierda, eso es muy difícil hacer lo bien siempre. Pensará que si presiona un poco más a Sara en este momento se podrá conseguir algo más en el futuro.
ResponderEliminarBesotes
Coquelicot
Creo que a todos nos pasa, no sabes hasta dónde puedes presionar sin equivocarte.
EliminarBesos.
No soy una experta en el tema,pero yo le habría dado la oportunidad.
ResponderEliminarEso sí,con disculpa incluida.
Besos.
Yo también, pero es que soy blanducha.
EliminarBesos.
Uffff qué duro, y qué difícil opinar porque no es responsabilidad nuestra.
ResponderEliminarYo no la habría expulsado para que no se desmotive, ya que ha mejorado bastante, pero un castigo sí, quizás disculpa y algún trabajo extra.
Lo que veo peor es el daño que le está conllevando el consumo de drogas, esas capacidades mermadas se recuperan muy mal, aún es muy pequeña y los daños pueden ser terribles, y no lo deja...en estos casos es muy importante la intervención de la familia, y me imagino que aquí eso brillará por su ausencia.
Besos y feliz semana.
No creo que recupere esas capacidades. Cuando empiezo a explicar, tarda un rato en enterarse de lo que estamos haciendo, siempre va un paso por detrás, no pilla los dobles sentidos, y es una niña de todos sobresalientes hasta sexto, o sea que no ha sido por capacidad intelectual, la tiene, pero se va reduciendo su capacidad de respuesta, su memoria, no recuerda nada de lo que hicimos ayer y eso le da mucha rabia, a veces no sabe en qué hora estamos ni cuánto queda para el final de la mañana, y así se le hacen las clases muy cortas o muy largas dependiendo de su estado mental. Es complicada.
EliminarBesos.
Desde mi ignorancia, decir que a veces las normas encorsetan mucho y creo que en este caso le habría dado la oportunidad como recompensa al cambio hecho y por como lo pide en ese momento. Cuando se producen esos cambios aunque sean pequeños creo que ellos deben de percibir también la diferencia en el trato, porque si a pesar del cambio al primer fallo se le trata igual que antes el mensaje que reciben es que no sirve de nada cambiar, o al menos eso creo.
ResponderEliminarBesos.
Las normas están hechas para cumplirse, y por eso digo que entiendo a la jefe de estudios, pero para mí en un centro educativo deberíamos ser flexibles con ciertas cosas, no es lo mismo un caso que otro porque todos los chicos son diferentes, y en un centro pequeño se puede ver y tener en cuenta mejor que en una más grande.
EliminarBesos.
Pues me posiciono con el jefe de estudios. Las normas son las normas y ella tiene que aprender que saltárselas tiene consecuencias y que esas consecuencias son para todo el mundo. Aunque haya mejorado se ha pasado tres pueblos. Creo que habrá que seguir trabajando con ella pero ¿qué imagen se trasmite al resto de compañeros? ¿dónde se pone el límite de lo que está bien o mal para que te expulsen?
ResponderEliminarEs que gracias a Dios no todos somos iguales... Pienso que a lo mejor pedirle perdón al profesor delante de todos sus compañeros hubiera sido más efectivo y menos perjudicial para alguien a quien le cuesta tanto.
EliminarQué complicado todo, madre mía...
ResponderEliminarEs un tema difícil, esa es la verdad, y plantea muchos interrogantes, porque si no todos estaríamos de acuerdo en qué hacer.
EliminarBesos.
No sé qué decir, por un lado da pena, pero por otro el jefe de estudios le dijo la frase clave, has cambiado, pero no suficiente. No me gustaría tener que tomar yo la decisión.
ResponderEliminarPero es una frase envenenada, porque a un chaval bueno, que nunca hubiera roto un plato que hiciera lo que ella hizo no se le expulsaría. Y ella pensará que hasta dónde tiene que cambiar para dar la talla de lo que se espera de ella. No sé, es la frase clave.
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Es muy complicado Ro, pero creo que debe haber consecuencias: positivas cuando se hacen bien las cosas y no tan positivas cuando se hacen mal. Hay que intentar no retroceder en todo lo ganado (centro y alumna) y aunque la chica esté expulsada un día, la conversación debería producirse para que la relación de ambos vaya mejorando y se fomente el clima de confianza. Es decir: la consecuencia es sólo para aquello que pasó, no es extensible a otros comportamientos que puedan ser buenos. Pero es muy complejo, porque normalmente a estos chicos y chicas les falta algo muy importante que debería estar en la base y eso no se lo puede dar el instituto. Ojalá poco a poco y paso a paso Sara consiga dejar la marihuana (o disminuir su consumo) y pueda mejorar.
ResponderEliminarCuando el error lo comete alguien como Sara estamos como predispuestos a no dejarlo pasar por todo lo vivido anteriormente, si lo hubiese cometido otro alumno que normalmente hace las cosas bien... ¿qué hubiera pasado?
También creo que debe haber consecuencias, y muchas de esas consecuencias pasan porque el profesor con el que tiene un problema, o yo como tutora, hablemos con ella, la convenzamos, dialoguemos, y si hay que castigar, se hace, pero estoy viendo cada vez más que los castigos sirven de poco, y las expulsiones, de menos aún.
EliminarBesos.
No sé, pienso en las historias que me cuenta el Bigotes y tal vez no la habría castigado. Supongo que depende de la evolución positiva que vea en la alumna, está mejorando pero no lo suficiente, pero ¿es significativa la mejora? Si hay un progreso y se va hacia arriba y además va a pedir perdón y reconoce que se ha confundido, igual no hay necesidad del castigo. Yo lo veo así, pero esta tarde le voy a leer tu post para que él me cuente su visión jiji.
ResponderEliminarYo tampoco, pero se ve bien desde la posición de tutora y de otra manera desde la de jefe de estudios, esa es la verdad.
EliminarBesos.
Por Dios, qué pena. Para empezar una niña que empieza a fumar a los 10 años, y a los 11 empieza con los porros... muy buen ambiente en casa no puede haber :(
ResponderEliminarEn cuanto a lo de la expulsión, yo lo hubiera hablado con el profesor; si él estaba de acuerdo en hacer la vista gorda, le hubiera dado la oportunidad. No se puede cambiar de mal a bien de golpe (por desgracia al revés es fácil que sea rápido).
Nada, ánimo para cuando vuelva, y a comerle mucho la cabeza con esas "buenísimas" amistades.
Lo pienso y se me abren las carnes, porque mi hijo está en sexto, y tiene once años, y aún no ha ido solo a ninguna parte, salvo al parque con amigos y bajo yo con él o estoy por allí revoloteando, así que no me explico eso de fumar porros habitualmente con once años.
EliminarBesos.
Yo sí la hubiera castigado aunque quizás no con la expulsión. Pero desde luego sí le hubiera reforzado mucho ese cambio de comportamiento a mejor para que ella no se desanimara.
ResponderEliminarEstamos en ello, al menos desde mi posición estoy intentando animarla para que siga por ese camino.
EliminarBesos.
Probablemente yo hubiera dado voz al profesor con el que tuvo la disputa, si él acepta las disculpas y negocian un "castigo" igual la expulsión se podría haber evitado.
ResponderEliminarES verdad que los jefes de estudio van a mil porque tienen -a mi parecer- muchísimo trabajo y solo con la gestión de los alumnos ya tendrían bastante.
Enhorabuena por el trabajo que haces, yo también tengo una que cree caerme bien y todo lo contrario y me viene fenomenal que así lo crea.
Tienes razón con lo de la importancia que en este caso tiene el profesor con el que ha tenido el problema, pero es que, sin contar todo lo que me gustaría, diré que el profesor no es muy correcto en el trato con los alumnos, y que a lo mejor si ellos hablaran el que tenía que ser amonestado es él.
EliminarBesos.
Sabía que ibas a decirme eso, lo suponía por tus palabras. ¡Qué mal!
EliminarHay mucho incompetente en esta profesión, como en todas, menos mal que son los menos
Ánimo.
Madre mía, yo también pienso en mis hijos de edades parecidas. Una niña de todo sobresalientes que se pone a fumar con 10 años... bufffff... lo que tendrá en casa... casa día valoro más a los profesores que se involucran. Que difícil situación. Y digo yo, los servicios sigues no deberían hacerse cargo de esa dependencia? O sería peor.... ?
ResponderEliminarSe intentó hace un par de años, que fuera a un programa para adolescentes y a un psiquiatra, pero lo dejó y en casa no hicieron nada porque siguiera.
EliminarBesos.
Servicios sociales, quería decir.
ResponderEliminarServicios sociales, quería decir.
ResponderEliminarLe he dado varias vueltas al dilema desde que te leí esta mañana, incluso lo he comentado con R. Me parece correcto que el comportamiento tenga una consecuencia, pero una expulsión disciplinaria quizá sea demasiado. Aunque su cambio no sea considerado suficiente, hay que demostrarle que se valora dicho cambio por pequeño que sea y que va por buen camino.
ResponderEliminarEl problema es que ahora diga que le da igual todo y empiece a portarse peor, especialmente porque la veo cansada ya del curso. No sé. Pero tampoco tenía que irse sin consecuencias...
EliminarBesos.
Sigo sin entender muy bien el castigo generalizado de expulsar a un alumno,los centros, todos sin excepción se amparan en ello ante faltas muy graves y la verdad, ¿sirve para algo que no sea la tranquilidad de los compañeros y profesores durante la ausencia del expulsado? Dudo mucho que alguien que no desea estar en el instituto se tome a castigo unos días de "vacaciones". En este caso parece que la muchacha encima deseaba no irse... No sé, quizá la disculpa era poco... Quizá hubiera que haberle exigido algo más... Buena oportunidad para ofrecerle un trato a cambio del intento "real" de dejar su adicción. En cualquier caso hablar desde aquí es muy fácil...Cuestion complicada. Ánimo!!!
ResponderEliminarYo tampoco lo entiendo, el castigo de expulsión, aunque a veces, con alumnos muy complicados, simplemente que el profesor y los compañeros descansen de él es suficiente para que todos estemos a favor de la medida, aunque al alumno no le sirva más que de vacaciones.
EliminarBesos.
Sigo sin entender muy bien el castigo generalizado de expulsar a un alumno,los centros, todos sin excepción se amparan en ello ante faltas muy graves y la verdad, ¿sirve para algo que no sea la tranquilidad de los compañeros y profesores durante la ausencia del expulsado? Dudo mucho que alguien que no desea estar en el instituto se tome a castigo unos días de "vacaciones". En este caso parece que la muchacha encima deseaba no irse... No sé, quizá la disculpa era poco... Quizá hubiera que haberle exigido algo más... Buena oportunidad para ofrecerle un trato a cambio del intento "real" de dejar su adicción. En cualquier caso hablar desde aquí es muy fácil...Cuestion complicada. Ánimo!!!
ResponderEliminarPienso como tú.Es importante reunirse,valorarlo y hablarlo con ella.
ResponderEliminarBesos.
Besos, guapa.
EliminarEn uno de mis coles (xD) el castigo era hacer trabajos escritos con exposición... o incluso hacer deporte! pero enviar a una alumna a su casa... con el antecedente de los porros y con el atenuante de que ella ha mejorado y no quiere ser expulsada es un indicador de que la norma no funciona!
ResponderEliminarComo futura profesora en prácticas esta entrada me parece muy interesante por muchos motivos. Tal vez el más importante sea que tu experiencia me da una idea de cuáles son los problemas con los que se encuentra día a día todo docente. Este en concreto me parece bastante complejo, y aunque no tengo la experiencia necesaria para dar una opinión contundente, creo que tal vez el jefe de estudios pudo haber sido más comprensivo...
ResponderEliminarSaludos!
Llevo más o menos un año asomándome furtivamente a tu ventana, me identifico mucho contigo, incluso he seguido algunas de tus recomendaciones en cuanto a lecturas o cine.también soy profe de lengua y de francés en un instituto, pero como soy maestra, sólo imparto clases en 1º y 2º de ESO. UF...Complicado. Por si te sirve para otra vez, ¿ no podéis reunir al equipo docente, comentar el asunto y tomar una decisión más consensuada? Quizá el jefe de estudios se esté arrepintiendo de esa frase, es la clásica respuesta cuando un alumno pide el perdón, quizá quiso decir, más bien, que tiene que cumplir las normas. Creo que a veces se abusa de las expulsiones, pero son necesarias en la mayoría de los casos. Un saludo, me llamo Mª Ángeles.
ResponderEliminarNo sé, no sabría qué decirte.
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