Lo que fue de enero

Enero ha sido un mes muy cinéfilo para mí.

Nada menos que 18 películas he visto, en casa y en el cine, sola, en pareja y con niños, y esas, sin duda, son muchas películas.

Además del cine... ¿qué más he hecho este mes?

He intentado cuidarme un poco más.

Empecé pretendiendo hacer algo de ejercicio pero lo dejé enseguida; el ejercicio no sé si está hecho para mí pero no está hecho para mis obligaciones, ni mis horarios, ni el frío que está haciendo.

Sí he comido mejor, y eso se traduce en un par de kilos menos (subiéndome en la báscula con un poco de optimismo), a pesar de que no he hecho todo lo que debiera, me he pasado mogollón en algunos momentos.

Febrero será el mes de ponerse las pilas en cuanto a la alimentación. Y eso que he empezado el mes comiendo un cocido. Y estos dos días en casa han sido de locura. A ver cómo se me da...

Además de eso, ha sido el mes de empezar un nuevo proyecto para mi peque: el coro.

También tengo que decir que creo que es el primer mes de enero que no compro nada en las rebajas. Nada.Y eso le va muy bien a mi operación armario (no os he hablado de ella, pero estoy inmersa...)

He intentado, como casi cada mes, hacer una escapada a Madrid, pero se ha quedado en un intento. También lo dejo para febrero.

Además, quería dedicarle algo de tiempo a mi PL, pero no he tenido ganas.

En cuanto a la lectura, con tanta peli se ha visto un poco perjudicada, pero he leído cinco libros, lo cual no ha estado mal, dado mi ritmo durante el curso, que es muy lento, y sobre todo viendo el tamaño de algunos. Estoy inmersa en una saga de la que os hablaré en breve.

Febrero ha empezado con mi ojo malito. Ya os lo conté el otro día. He estado dos días sin ir a trabajar pero hoy me incorporo de nuevo al trabajo.

Y también ha empezado con nieve. Con mucha nieve.

A ver cómo continúa...