La semana pasada tuvimos con el niño un momento de crisis, de esos que antes eran constantes y que ahora suceden muy de vez en cuando.
Las crisis con él son situaciones en las que no puede controlarse, en las que llora o chilla de manera exagerada, respira entrecortado, apenas puede hablar y pierde los nervios él, y hace que los perdamos los de alrededor.
Ya digo que antes, cuando tenía cuatro o cinco años, eran episodios constantes. Él no sabía controlarse y nosotros nos veíamos desbordados a menudo.
Ahora no es así, ahora ha aprendido, a base de mucho tiempo y paciencia, a controlar sus ataques de impulsividad, de rabia, llamadlo como queráis.
Eran las ocho y media de la tarde, su hora de ir a la cama, estudiaba para un examen, no le había dado tiempo a terminar los deberes y estaba convaleciente desde el lunes de una laringitis bastante fuerte. Había ido al colegio por la mañana, a las ocho (utilizamos el programa de "madrugadores" del ayuntamiento, porque no podemos llevarle más tarde), vuelto a las tres, se había puesto con los deberes porque el día anterior no había ido a clase y tenía trabajo atrasado, después había ido a música y en ese momento, el de la crisis, llevaba una hora más de deberes y estudio, y aún no había estudiado con el instrumento, le faltaban deberes y tenía el dichoso examen.
Se empezó a poner nervioso, cada vez más. Y estalló. Gritó, se puso como loco, volvió a quedarse ronco, consiguió que le castigara, y finalmente, más tranquilo, me estuvo razonando.
- Trabajo más horas que vosotros.
- Eso no es verdad.
- Sí, porque tú trabajas en el cole por la mañana y luego por la tarde ya no tienes que trabajar, pero yo sigo teniendo clases y tengo que hacer deberes y estudiar.
Tenía razón, la tenía, pero yo tuve que decirle que también por las tardes tenía que corregir, preparar clases, hacer la comida del día siguiente y la cena, llevarle a sus clases, esperarle, recoger ropa, planchar... que todo eso también era trabajo.
- Ya, pero yo soy pequeño. Y hoy no he podido jugar ni ver la televisión en todo el día, y la semana pasada casi ningún día.
Tiene razón, tiene toda la razón.
Así que tuve que levantarle el castigo, porque entendí su desesperación, su rabia, sus ganas de mandar el examen a la m... y de ser un niño.
Pues sí,la verdad es que tenía razón!
ResponderEliminarBesos
Sí, y a veces no nos damos cuenta de sus maratonianas jornadas.
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que razón tan demoledora, porque de repente te das cuenta, que siendo un niño, le queremos convertir en adulto.
ResponderEliminarBuena actitud Ro!! me encanta.
Gracias, pero ha sido algo que me ha quitado el sueño, lo que estamos haciendo con los niños y los deberes y las extraescolares...
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Pobrecito... Tiene más razón que un santo. A veces nos olvidamos de que solo son niños
ResponderEliminarMuchísima razón. Y a vecse no les dejamos ser niños.
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Uffff, cuando te hacen ver esas cosas es muy difícil encontrar la respuesta adecuada. A veces creo que vamos demasiado rápido, y la infancia es tan breve...pero el mundo gira muy deprisa y nuestro día a días es vertiginoso. Un besín y lo mejor es que has sabido escucharle y entenderle.
ResponderEliminarLa infancia es breve y a veces la intentamos acortar enseñándoles tanto, haciéndoles mayores antes de tiempo.
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Meu Pobre! Yo en su lugar hubiera roto algo...No es ni medio normal la presión a la q se ven sometidos los niños hoy en día. Como le dice mi padre a Candela, yo con tu edad aún no iba ni al cole!
ResponderEliminarCuánta razón tiene tu padre.
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Ay, no sé qué decirte, es que es verdad que tiene razón aunque no sepa canalizar su rabia.. Hoy he leído una entrevista en la vanguardia al rector de la Universidad de Helsinki y me ha faltado llorar después de leerlo. No puedo enlazarlo porque te comento desde el móvil, pero es que tenemos a los niños desde bebés "echando más horas que un reloj" y no es justo. Al final nos va a pasar factura no sólo como personas o familias sino como sociedad completa. Un besazo y mucho ánimo!!
ResponderEliminarVoy a buscar esa entrevista. No es justo lo que estamos haciendo con nuestros chavales.
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Pobrecillo... está claro que en algún momento tiene que estallar...
ResponderEliminarMe temo que la sociedad se está cargando la niñez de nuestro futuro...
Dale una ración extra de mimos, que también le hacen falta.
Un besito
Eso estoy haciendo estos días, aunque los exámenes y demás no nos dan respiro.
EliminarbEsos.
Me encanta tu hijo, de verdad. Esa manera de razonar... "Pero es que yo soy pequeño".
ResponderEliminarNo es sano eso, de verdad que no es sano. Que sí, que es bueno que aprendan a gestionar su tiempo y todo eso, a establecer prioridades y demás. Pero es que si es así, no hay prioridades que establecer.
Es normal que perdiese los nervios, pobre. Eso es porque le importa, todo sea dicho. Otro habría mandado los deberes y lo demás a tomar por saco, y en paz.
¡Besos y ánimo para todos! (pequeño genio, que lo es, y familia) :D
Es bueno, pero así no gestionan su tiempo ni nada. Creo que no estamos haciendo bien lo de los deberes. Desde leugo que no.
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ES QUE ES UNA MIERDA...
ResponderEliminarQUÉ ESTAMOS HACIENDO CON LOS NIÑOS...??
Ya sabes. Y tú y yo sabemos que esto tiene difícil solución y no a corto plazo.
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Hola Ro, tenés a un gran maestro en ese hijo. ¿Leíste Mal de escuela de Daniel Pennac? Me dejó con la sensación de que hay esperanzas. Un abrazo
ResponderEliminarNo lo he leído y ya me lo han recomendado más veces.
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Pobrecito! Tenía toda la razón... Están estresados ya desde pequeños.
ResponderEliminarUn abrazo!
El mío muchas veces me pide sólo estar en casa, sin hacer nada, ver los dibujos, jugar con sus legos, lo normal que debería poder hacer a diario y que casi no tiene tiempo de hacer más que los fines de semana.
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Ay el pobre, pero mira es responsable, por eso se agobia...
ResponderEliminarTiene razón y además razonó. ¿Qué ibas a hacer? Pues intentar entenderle, no queda otra.
A veces se me partía el alma cuando veía niños entrar en el cole a las 7:30 sabiendo que no iban a salir hasta las 6 de la tarde. Todos los días. Es demasiado y lo peor es que muchos padres estaban en casa disponibles, sin trabajar, sólo utilizaban el recurso "para estar sin niños". Eso sí que no puedo comprenderlo...
El mío entra a las ocho, y las clases empiezan a las nueve. Sale a las dos pero se queda a comer hasta las tres menos algo que le recoge su hermano. No tiene más extraescolares que la música, dos días a la semana, y ahora el coro, que son los viernes, pero lo ha pedido él, no me gusta cargarle de cosas, pero a veces no da para más.
EliminarBesos.
Besos.
Ya se que te lo pregunto siempre pero es que tengo memoria de pez. ¿Cuántos años tiene?
ResponderEliminarNueve. Pero, aunque ahora está madurando, parece más pequeño.
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Pobre. Yo creo que os deberes y los exámenes son buenos, pero siempre que se coordinen para que no pase lo que le ha pasado a tu hijo, nunca hay que sobrecargarles.
ResponderEliminarPeque también tiene ataques de rabia últimamente, no le duran mucho, pero tiene bastantes y por cosas insignificantes. Espero que pronto se le pasen o sepa controlarlos porque la verdad es que en esos días malos acabamos agotados.
Besazos.
El mío tiene un carácter muy fuerte. Y eso es bueno pero dificulta la educación, ya sabes.
EliminarBesos.
:(
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