Siempre os digo que hay un tipo de películas que veo sin gafas. Y las veo normalmente dobladas, sin prestar demasiada atención porque la tengo puesta en la labor que esté haciendo. Suelen ser películas románticas, o a veces de acción, cuya trama no me engancha y que me mantienen entretenida mientras tejo. Y pasa lo mismo con las series. He visto en estos primeros meses del año un par de series que no son maravillosas pero que entretienen y a veces eso es todo lo que se pide a una serie.
La primera de ellas es El baile de las luciérnagas, serie sobre dos amigas que crecen juntas y van llevando vidas paralelas pero muy distintas, aunque sin separarse nunca. Está bastante bien y en el segundo capítulo da un giro que hace que quieras ver más, pero pronto se pierde el poder de ese giro. La serie no está mal pero le falta algo.
Dulces magnolias es el título de la otra serie, que es inferior, bastante inferior, en calidad a la primera, pero que trata también sobre amistad. tres amigas inseparables que afrontan sus problemas con hijos, amores, maridos, trabajo... juntas. Muy previsible y no muy buena. Entretenida, y tampoco demasiado.
Ayer terminé de ver a las luciérnagas. Me gustó, todo lo que sea de amigas y tal me mola. Eché en falta un final-final, pero bueno, se lo perdono.
ResponderEliminarNo sé si las has visto, pero te las vuelvo a recomendar porque son perfectas para momento lanas y sofá: 'Workin' moms' y 'Chicas buenas', ambas en Netflix. Amigas, líos y entretenimiento sencillo (con algún trasfondillo que da pa pensar).
Besos!
Vivan las series ❤️❤️
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