En febrero, hacia la segunda semana, comenzamos a respirar un poquito mejor. Se fueron cerrando casos en el instituto, fueron las cosas algo mejor, algo menos de trabajo, ...
Y febrero también es el mes del amor. Que sí, que no hace falta que nadie nos recuerde lo bonito que es estar enamorado, pero está bien celebrarlo todo, y más en los tiempos que corren.
Este año no ha sido posible organizar en los institutos la entrega de flores por san Valentín. En el de mi hijo lo hicieron. Pero en el mío de este curso y en el del pasado no, y creo que no era momento, aunque son tantas cosas las que se pierden los chicos porque no es el momento...
Nosotros lo celebramos en casa, con una cena y un desayuno especial. Y fue, quizá, lo mejor o lo único destacable del mes. Un mes que ha resultado corto finalmente, después de un enero de mil días, pero que no ha sido para mí especialmente bueno.
El mes, y mis días, los salva ella. Ella que está creciendo muchísimo y que es buena y cariñosa, aunque se ha comido la mitad de mis muebles y aún no hace sus cosas en la calle. Ella me lo da todo a cada minuto y de forma incondicional.
Viva Jenny!
ResponderEliminarle ha quitado protagonismo a los gatos! :P
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