jueves, 25 de febrero de 2021

Mi instituto y mis alumnos

Mi instituto está situado en uno de esos pueblos que están pegados a las ciudades, que forman parte de su periferia, y en los que viven familias de todo tipo. No es un instituto del centro de una ciudad, donde la mayoría de los alumnos pertenecen a la clase media. Aquí tenemos de todo, y cuando digo de todo, quiero decir eso, de todo.

Y más aún siendo un instituto mediano, o grande. Con más de setecientos alumnos, se dan todo tipo de problemas y todo tipo de alumnado. 

Hace tiempo os hablaba de una pirámide nada deseable en la educación. Y esta pirámide se cumple en mi centro. Tenemos ahora mismo seis primeros de la eso y tan solo dos primeros y dos segundos de bachillerato, y no demasiado numerosos. ¿Qué pasa por el camino? Pues que se van perdiendo los alumnos. Es cierto que algunos no se pierdan, porque en mi centro también hay Formación Profesional, y algunos buscan salidas que no tienen que ver con el bachillerato, pero hay un tanto por ciento que se pierde, y no es pequeño.

¿Por qué sucede eso de manera tan acusada en mi centro? Sucede porque un número no desdeñable de familias y de alumnos no valoran la educación ni la enseñanza como algo importante para ellos. Este es, de forma interrumpida, mi quinto curso en este centro, y siempre he tenido lo mismo: padres que justifican que sus hijos no hacen nada con un: Yo no estudié y no me va tan mal. Y chicos que se pasan las tardes en la calle, que así molestan menos, pocos o nulos hábitos de trabajo o de estudio fuera del centro, porque el ambiente en casa es la televisión puesta todo el día o pasar las horas en la calle... y de esta forma es imposible hacer nada con ellos. Muchas familias con problemas, de todo tipo, niños que vienen de un centro de acogida.. alumnado gitano (son poquitos, pero los tenemos apenas en primero y segundo de la ESO y luego desaparecen del sistema), y un montón de casos que se unen a una mayoría que, por supuesto, son de familias como cualquiera de las nuestras.

Tuvimos el curso pasado la mejor nota de la EBAU (la selectividad) de la provincia, y alumnos excelentes, y también un índice de abandono importante. Todo eso junto. Y la problemática de un centro de ESO y Bachillerato que también tiene FP de dos familias profesionales, con bastantes alumnos también adultos. 

Mis alumnos en este curso son de primero de la ESO, y estoy por apostar a que solo uno, o ninguno, obtendrá el título de secundaria. Sus circunstancias son complicadas en todos los casos: problemas sociales, familiares, de capacidades... hacen muy difícil que estos niños vayan a seguir viniendo a clse más allá de lo obligatorio. Y ahora mismo muchos días entre castigados y los que faltan se me dan las circunstancias de uno o dos alumnos solamente en clase.  

Así que lo tenemos complicado, como en la mayoría de los sitios...

2 comentarios:

  1. Me parece complicadísima la situación. Si en casa no hay un mínimo ejemplo o incentivo para estudiar o formarse profesionalmente, es dificilísimo que vosotros logréis animarlos para seguir. Y fíjate que me sorprende, porque se supone que las generaciones de los padres de esos chavales (las nuestras) son las de la titulitis.

    Me encanta cuando hablas de tu cole :)

    ResponderEliminar
  2. A mí también me gusta cuando hablas del cole porque es una ventana a un mundo que ya me queda lejos (solo tengo un sobrino en 2º de la ESO en España) y no me imagino cómo es la situación actual, con las tecnologías y las pandemias se suman a los viejos problemas conocidos.

    Me gustaría ver que las personas no están tan marcadas por sus circunstancias y que la movilidad social es posible, pero creo que lo tienen muy difícil, en general.

    ResponderEliminar

Cuéntame...