viernes, 27 de noviembre de 2020

Los cargos y las cargas

Durante este verano, recibí varias llamadas de la directora de mi instituto para ofrecerme el cargo que ahora ocupo. No penséis que me hice la dura, y que me lo pensé mucho. Fue que primero me ofreció un cargo y luego terminé, por diversas cuestiones, ocupando otro. 

No me apetecía mucho la secretaría del instituto. Los papeles y el dinero no son lo mío. No me parecía el puesto adecuado para mí. Siempre me ha parecido que, cuando fui jefe de estudios, hice un buen trabajo, lo mejor que pude, di todo de mí y me esforcé por mis alumnos, los padres, los profes, por mejorar el clima del centro, que era bastante malo.

Pero lo de secretaria no lo veía tan claro y pensé que no lo terminaría de ver nunca. Pero ahora mismo, casi tres meses después, me parece que el puesto me va bien, que estoy aprendiendo mucho, que las cosas van funcionando poco a poco. Meteré la pata una y mil veces, pero tengo buena voluntad para hacer las cosas y le estoy echando mucho tiempo al trabajo. Con todo eso, voy viendo algunos de los resultados que quiero. 

Del estado de las cuentas cuando llegamos prefiero no hablar. Dejemos eso aparte. Estoy intentando ponerlas al día (sí, todavía) y he hecho solo los gastos necesarios para que el centro funcione, como arreglos, cosas que se estropean, cosas que hay que comprar necesariamente, suministros como el papel o los bolígrafos, o los productos de limpieza. 

La complejidad de mi centro es mucha. Tenemos muchos alumnos de Formación Profesional, y. muchos también de ESO y Bachillerato. Es un centro grande y siempre hay algo que no funciona, algo que arreglar, algo que pedir, algo que solucionar. Y la complejidad de este curso es mayor aún, con horarios distintos de entrada y salida, con las mascarillas, con los geles y los limpiadores de superficies, con rutinas a las que todos nos hemos ido acostumbrando.

Todos los días, llego con los Conserjes, madrugo para estar allí casi una hora antes de que las clases empiecen, para poder trabajar un rato, para estar segura de que todo funciona...

Es lo que tienen los cargos, que te dan una responsabilidad que pesa, pero también gracias a ellos aprendes cosas, sales de tu rutina... y creces como persona.



4 comentarios:

  1. Me gusta mucho cómo te lo tomas y el esfuerzo que dedicas a tu trabajo. Se nota que eres una persona responsable que hace todo lo que puede para que las cosas funcionen bien.

    Besos.

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  2. Fíjate que siempre he pensado que este tipo de trabajo se te daría bien. Espero que acabes disfruándolo y todo.

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  3. Hombre, Ro, yo que he sido profe te diré una cosa: el cargo de Secretario es de responsabilidad por el asunto de los dineros y tal, pero conlleva menos fajarse directamente con el conjunto escolar que el de Jefe de Estudios. La Jefatura de Estudios sí que es dura: con los profes por los horarios, con los alumnos por la disciplina, con los padres por un sinfín de motivos, con... En fin que veo que te amoldas bien al cargo y que estás contenta que es lo más importante, chica.
    Un beso

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