Ayer por la noche llegué a casa después de un montón de días de idas y venidas. Me di cuenta de que, desde finales de junio, no he dormido tres días seguidos en mi cama, y tengo sentimientos encontrados al respecto. Me apetece descansar un poco, pasar un par de días relajada y sin hacer nada, pero también quiero exprimir lo que queda de verano, y de vacaciones, al máximo.
A finales de junio me fui al pueblo con mi padre, mi hermano y mis sobrinos. Desde allí pasé algunos días con mi pareja, otros con ellos, y otros muchos todos juntos. Luego fuimos de vacaciones, playa y amigos. Al volver llegué a mi casa y en dos días estaba haciendo la ruta del Cares, visitando amigos, yendo de lugar en lugar, volviendo al pueblo, pasando allí más días de los previstos, volviendo a ver amigos por todas partes. Y anoche, cansadísima, cogía un tren que me traía a mi casa, a mi cama, en la que he dormido como ocho horas seguidas.
Sin embargo, hoy ya pienso que en un par de días habrá que ir a la playa, aprovechar lo que queda de buen tiempo y de días sin trabajar, y disfrutar lo que se pueda, que el invierno es muy largo.
Vuelvo por aquí un momento, y tengo muchas cosas que contar, pero no sé si será mañana o dentro de unos días. Estoy viviendo intensamente.
Di que si, aprovecha. El otro día hablando con una amiga, comentábamos que ya estábamos cansadas de tanto calor. Pero luego, de repente, el fresquito aparece, no hay ganas de bañarse, cierran la piscina... y encima este año no sabemos qué rutinas vendrán. Así que disfruta!!!
ResponderEliminar"Estoy viviendo intensamente". Te estoy aplaudiendo.
ResponderEliminarExprime el verano todo lo que puedas. Yo vivo ensalitrada este año.
ResponderEliminarYo igual que Betty, me encanta leerte así de intensa! x)
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