Mi cumple

Hoy, uno de junio, es mi cumpleaños.

Muchas veces lo he celebrado en mi instituto llevando algo para invitar a compañeros. Otras veces me han sorprendido mis alumnos con una fiesta, a veces totalmente inesperada y otras veces anunciada poco a poco por pequeños detalles los días anteriores.  En los últimos años lo he celebrado con mis kiwis porque hemos quedado siempre por estas fechas. Ellas me dieron la fiesta sorpresa más sorpresa del mundo, porque no me enteré que iba para mí... jajajaja.

En fin, este año es diferente. El año pasado no estaba para celebraciones, es más, estaba en uno de los momentos más duros y bajos de mi vida, y este, en cambio, tengo mucho que celebrar. Celebro que la vida me trata bien, que estoy bien, que mis hijos están bien. También celebro que he salido adelante, un año después de separarme, que las cosas me van bien en todos los sentidos, que me siento bien, y fuerte, y animada, y con ganas de vivir la vida, de exprimirla todo lo que pueda.

No va a haber grandes celebraciones. Ni pequeñas, la verdad. Ayer salí a cenar con mi chico, algo que de por sí es una fiesta porque hacía meses que no comía nada ni perdía nada para comer en casa.

No voy a hacer nada especial, porque todo en mi vida, cada día, lo estoy viviendo de forma especial. Mi mundo dio un giro importante hace un par de años, cuando vi que mi vida como la tenía planteada tocaba a su fin, y desde entonces he pasado muy malos momentos, y también buenos, y todo ha cambiado. A mejor, por supuesto. Ahora mismo tengo las riendas de mi vida, algo que creo que nunca había tenido. Siempre me había dejado llevar por los acontecimientos y ahora, desde la madurez de mis 47 creo que estoy en mi mejor momento.

Así que dadme la enhorabuena, porque me siento bien, y eso es algo que se debe decir muy alto.