martes, 16 de abril de 2019

De vacaciones

Sé que muchos no tienen ni unos pocos días de vacaciones en Semana Santa, y por eso no quiero quejarme de lo cortas que me suelen resultar estas vacaciones y de lo poco que las disfruto, de lo cansada que suelo llegar a estas fechas y de lo poco interesantes que siempre me resultan.



Vale, ya lo he dicho, pero no es por quejarme. Estamos en casa de vacaciones y estamos disfrutando de la vida lenta, de levantarnos cuando queremos, desayunar sin prisas, hacer las cosas sin que nadie nos empuje, pasar buenos ratos juntos...



Mi hijo mayor tiene mucho que estudiar, porque cuando volvamos tendrá apenas tres semanas de clase para finalizar segundo de bachillerato. Y está un poco agobiado. En realidad, lleva así todo el curso. Estamos deseando que termine para que se relaje y disfrute un poco del verano y de no tener nada que hacer, que se le quite la tensión de tener siempre cosas pendientes y se tranquilice.

El pequeño no tiene deberes para las vacaciones (¡aleluya!) pero sí un trabajo pendiente, que podíamos haberlo hecho antes, pero que dejamos para pensarlo detenidamente durante las vacaciones. Es de Historia, una materia que tiene atravesada, a la materia y al profesor. Nunca saca más de un cinco en los exámenes y muchas veces saca menos. Los trabajos, que son casi la mitad de la nota del trimestre, son los que le salvan a él y a casi todos de suspender. Así que necesitamos dedicarle tiempo.



Por lo demás, estos días se nos presentan así, sin más quehaceres que los normales de pura supervivencia: ir a la compra, hacer la comida, comer, recoger la casa, hacer las camas...

También haremos sendas visitas a los abuelos, y pretendemos ver a los primos. Pero poco más. Está muy bien estar de vacaciones sin planes. Descansar sin más y coger fuerzas para lo que nos queda de curso.

5 comentarios:

  1. Disfrutar de la vida lenta de vez en cuando es maravilloso. Yo llevo tres años de Semana Santa así, pero este año toca viaje, a 700 km. Con ganas, por estar con mis amigos a los que hace tiempo que no veo, pero con pereza también. Trabajo hasta mañana a las 8 de la tarde y el jueves arrancamos de madrugada. Cuatro días (que son tres) de relax que luego se convierten en estrés, porque el lunes hay que ir a trabajar otra vez. Creo que aborrezco un poco estas vacaciones...

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  2. Lo de no tener prisas es todo un lujo. Yo empiezo hoy los días libres y aunque serán "solo" 4, pienso disfrutarlos mucho, pero mucho, mucho.

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  3. Bueno, ya casi se están pasando, y yo la verdad no he descansado tanto como me gustaría. A ver si le saco paz al fin de semana.

    Un besote.

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  4. Caray, muchos ánimos con la recta final del curso :P

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