Estoy malita

No es que tenga nada del otro mundo, pero ayer a primera hora fui al médico, porque había pasado otra noche muy mala, con la cabeza a punto de estallar y con un dolor fuerte de oído, y finalmente me quedé en casa, porque me encontraba fatal. Resulta que los dolores de cabeza tan gordos que tengo en los últimos tiempos, más las molestias que me parecía que tenía en los dientes son debidas a una infección de nariz y oídos.

Ayer me pasé la mañana en la cama, dormitando a ratos, lo cual me vino muy bien, porque no duermo demasiado bien desde hace tiempo. Y por la tarde no me moví de casa.

Hoy tampoco estoy para muchas fiestas. Sigo con el dolor de cabeza, que no remite, y con un oído bastante tocado, pero supongo que esto mejorará en breve.

Esta tarde mi peque tiene un cumple (ya sabéis que es algo que no ha sido una constante en su vida, las relaciones sociales, los cumpleaños, no se nos han dado demasiado bien) y el mayor se hace su foto de graduación en el instituto. Aunque a veces parezca que el tiempo no pasa, en otras ocasiones, como hoy, siento el vértigo de que esto vuela.