domingo, 25 de febrero de 2018

Mi semana 8/52

Empezamos la semana con la revisión del pie de mi madre en Madrid. Esta vez no se nos arreglaron las cosas de otro modo y tuve que pedir el día en el trabajo para acompañarla. De paso, a la vuelta pasamos por su casa, en Palencia, porque mi hijo mayor tenía que entregar un trabajo que precisaba de fotografías antiguas y algunos documentos que mi madre tenía guardados. Así que nos dimos un buen viaje.


Después, la semana ha estado marcada por otro viaje, el de mi hijo mayor con sus compañeros a Roma. Sí, son fechas extrañas, pero los profesores consiguieron muy buen precio por ser en estos días, así que no podemos más que estarles agradecidos. Además, han estado de exámenes estos días, justo hasta un rato antes de marcharse, y ahora descansan para volver a la carga. Se fueron el miércoles por la noche, y hemos estado hasta ese momento de preparativos. Su primera vez en avión, y las ganas locas que tenía por conocer Roma. No vuelve hasta el martes de madrugada.


En clase todo va bien, sin novedades, lo cual está muy bien. Y creo que esta semana han trabajado más, y han estado más dispuestos. He sido yo la que he tenido poca paciencia y pocas ganas, quizá por el catarro que arrastro desde el domingo o el lunes, quizá porque estamos todos en casa malos, quizá simplemente porque empieza a pesar el trimestre... no lo sé, el caso es que, a pesar de no haber trabajado el lunes, la semana se me ha hecho interminable.

Ayer pasé el día en el Bierzo, por dos motivos, y los dos estupendos: primero, había quedado con algunos antiguos compañeros, que ya estamos todos desperdigados por distintas provincias y comunidades, y decidimos comer juntos; y segundo, me llamaron unas alumnas de mi primer año allí, en el Bierzo, que estaban pasando el fin de semana en casa (todas están en la universidad, ya terminando) y que les gustaría verme. Y a mí esas cosas no se me dicen dos veces. Por supuesto que habría hecho el viaje solo para verlas, pero estando ya allí...



Lo pasamos muy bien, recordando anécdotas, hablando de compañeros y alumnos, poniéndonos al día, y también viendo como mis chicas van madurando, y siguen siendo unas chicas estupendas.

Y yo, para rematar una semana excesivamente ocupada, tengo una comida con compañeros de mi actual centro. Puse la excusa del viaje de ayer, pero no coló, y dentro de un rato me toca ponerme en marcha de nuevo.


Pero eso no es todo. Tenía un proyecto a medias, con toda la calma del mundo, y ahora urge terminarlo en dos o tres días, así que me espera hoy un día muy ocupado, y los próximos dos días también trabajaré mañana tarde y noche. Eso ya os lo contaré.

¿Qué tal vosotros?¿Cómo ha sido esta semana?


2 comentarios:

  1. ¡Qué envidia el viaje de tu hijo! La mía tiene viaje de fin de estudios este año, pero no salen de España.
    Menos mal que pasásteis por Palencia. Esas fotos son adorables.

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  2. Vaya finde movidito, y chulísimo.

    Me encantó la quedada con antiguas alumnas, lo contaba ayer en la comida familiar porque me parece muy entrañable. Eres una súper profe.

    Un besín

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