miércoles, 15 de noviembre de 2017

Buscar las fuerzas

Hace muchos años ya, vivía con nosotros una amiga y compañera y me ayudaba con el mayor (entonces el único), lo llevaba a la guardería por las mañanas, porque yo me iba a trabajar bastante lejos, antes de que abrieran, y siempre me decía que ella no podría tener hijos por los malos momentos.




Yo entonces no lo veía así, y no entendía muy bien a qué se refería. Ella siempre me decía que tenía, por ejemplo, jaquecas bastante fuertes, y que si tienes un hijo tienes que atenderle de todas formas, tengas lo que tengas y estés como estés, que lo tuyo normalmente no es lo primero, y que no sabía si ella valdría para eso.





Y tiene su parte de razón, pero también creo que cuando tienes hijos tu cerebro, tu cuerpo, lo que sea, hace que lo tuyo pase a segundo plano cuando el niño necesita algo. Te duele la cabeza, has pasado mala noche, tienes la espalda destrozada, pero el niño requiere que juegues con él, que le prepares la merienda, y el mundo no se para, así que supongo que eso te hace más fuerte.





En estos momentos en que estoy un poquito baja de ánimos, seguramente si no tuviera a mis hijos no me levantaría pronto para adelantar trabajo, ni iría cada día a hacer algo de deporte (aunque esta semana me la estoy tomando bastante de relax en ese sentido); tampoco me pasaría la tarde estudiando con el pequeño, o llevándole a actividades, ni ayudando al mayor con sus dudas, o yendo y viniendo ocupada en mil cosas, sino que me pasaría las tardes en casa, vegetando de la cama al sofá; ni tendría entradas para un concierto en un par de días, porque mis ganas para todo eso son bastante pocas.




Lo que quiero decir, a pesar de estar expresándome fatal, es que los hijos necesitan de nosotros, pero también te dan los motivos para sacar fuerzas, para seguir adelante. No es nunca lo que tú les das, sino lo que recibes de ellos cada día.

Lo sé, hoy me he puesto ñoña. Prometo que no pasará más, al menos en unos días.

24 comentarios:

  1. Ánimo Ro!! Todos tenemos periodos grises. Verás como pronto volverá a salir el sol.
    Besotes
    Coquelicot

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    1. Muchas gracias, guapa. A ver si me pasas tu correo y un día hablamos.

      Besos.

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  2. Siempre hay momemntos de sentirse así y es cierto que los hijos (uno solo en mi caso) te hacen sacar fuerzas. Pero diré que con la salud (en eso entiendo a tu amiga), ni ellos (pobres) pueden ayudar y que lloro mucho de impotencia por no estar a la altura cuando él quiere jugar conmigo y no puedo, por ejemplo. Y siento más que nunca que sí, desde luego él me da más de lo que yo le doy. Y entonces saco todas mis fuerzas e invento cosas para hacerlo reír jugando de otra manera. Un besete

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  3. ufff igual me sinceré de más. Lo siento. Va a ser que yo también estoy un poco bajilla :( ¡muchos besos energéticos!

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    1. No, no te sinceraste de más. Es que las cosas son así, tal cual las dices. Creo que puede ser el tiempo.

      Besos.

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  4. Ahora mismo, si no tuviera a mi hija, me quedaría en la cama en modo vegetal durante días.
    Y pasados los años ¿ha tenido hijos tu amiga?

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    1. No, mi amiga no ha tenido hijos, así que no puede saber que eso le daría fuerzas, porque su vida no está siendo muy buena, tampoco.

      Besos.

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  5. En mi caso son una fuente de energía y cuando he estado muy mal físicamente,por ellos y porque no me vieran sufrir,he sacado fuerzas de donde no las tenía.
    Ánimo,Ro.
    Si necesitas algo,dame un silbidito.

    Besos.

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    1. Espero que estés bien. Te echo de menos a diario. Y es cierto lo que dices, cuando te encuentras mal sacas fuerzas de ellos.

      Besos.

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  6. Que bien lo has explicado.
    Me siento igual.

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  7. Cuando no tenía hijos y llegaba del trabajo y lo único q me apetecía era ponerme el pijama y meterme en la cama, pensaba en cómo haría mi madre para llegar de trabajar y "seguir trabajando", haciéndonos la cena, ayudándonos con los deberes...
    Ahora la madre soy yo, y aunque llegue cansada de la oficina, es como si al entrar en casa y recibir el beso de mis hijos, me recargaran las baterías para aguantar un ratiro más.
    ¡Arriba ese ánimo! yo creo q es el invierno, esta época q ya hace frio, oscurece pronto, pero aún no ha llegado navidad...

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  8. Lo has explicado muy bien, pero me temo que es de esas cosas que solo se saben cuando se experimentan. Y mira que siempre he odiado ese argumento jajajaja. Pero es así, los hijos te quitan toda la energía del mundo y también te la dan. Estás hecha un trapo o con un día mierder y de repente un gesto de ellos te recarga las pilas en un segundo. Es un energía que se recicla constantemente. Al final, todo depende del amor, por amor nos movemos y por amor podemos con todo o casi todo. Ya me puse yo más ñoña que tú. Menos mal que me queda mi teoría de Úrsula y la Sirenita para no perder mi fama de tía dura jajajajajajaja.
    Ánimo con las épocas grises, no les hagas mucho caso para ver si pasan antes.

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  9. Qué razón tienes!!! Ellos nos aportan muchísimo. Cierto es que requieren mucho esfuerzo y por supuesto el "yo" con ellos casi no existe porque prácticamente no te acuerdas de tí misma en muchísimas ocasiones aunque necesites un descanso y respirar. Sin embarbo, no cabe duda que son pilares de nuestras vidas que ayudan a sacar fuerzas donde a veces no las hay y afortunadamente a no tener tiempo a darle vueltas a ciertas cosas en la cabeza que muchas veces sólo sirven para entrar en bucle y no ver la salida.
    Muchos besos, ánimo y un abrazo.

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  10. No te has puesto ñoña, Ro. Solo has descrito una sensación que puede tenerse durante una rachilla.
    Un Beso

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  11. Pues a mí me gusta que te pongas ñoña, también es parte de tí, ¿no?
    Tienes razón, los niños llenan mucho, no solo el factor "madre", sino que literalmente necesitas mucho para dedicarte a ellos, y te hacen hacer cosas que de otra forma ni te plantearías. Yo no me acuerdo por ejemplo, de lo que comíamos cuando no había niños, pero desde luego la organización que tengo con ellos, el miramiento por no repetir, etc., no existía entonces.

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  12. no tengo hijos así que no puedo opinar desde la experiencia, pero creo que deben activar los mecanismos correctos en las circunstancias más adversas, de otra manera la humanidad se habría extinguido ^^

    ánimo!

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  13. Ay, Ro... Una parte de mi crisis de los 30 tiene que ver con esto. Yo quería ser madre. Quiero ser madre. Pero yo no sé si voy a poder. Pienso en ti, en mis compañeras de trabajo, y no sé cómo sois capaces, no lo entiendo. ¡Si me cuesta cuidar de mí misma!

    Recuerdo que una compañera de hace unos años no tenía pareja, y había empezado un tratamiento para quedarse embarazada y ser madre ella sola. Yo, cuando rompí con mi pareja, pensé que era una opción perfectamente válida. Hoy no lo veo tan claro. ¿Sola? Madre mía. Además con mi familia lejos...

    Y me atormenta mucho, no creas. No sé. Te admiro mucho. Os admiro. :)

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    1. Lo de los hijos. No te puedo ayudar porque siempre lo he tenido muy claro. Es más, ya sabes que quería familia numerosa y no ha podido ser. Para tenerlo, sola o acompañada, creo que hay que tenerlo muy claro y no tener miedo a lo que dices, porque, como te digo, las fuerzas vendrán de dónde sean. Además, seremos madres pero no necesitamos ser perfectas. Yo tampoco tengo aquí a nadie de mi familia. Y la ayuda que me han prestado mis suegros ha sido puntual y muy poca. No creas, ha habido momentos complicados, pero los habría también con la familia cerca (aunque todo es más fácil, claro). Quiero decir que si quieres, adelante. Pero te diré que los treinta ahora mismo es la edad de planteárselo, pero sin prisa.

      Eres una niña.

      BEsos.

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  14. ¡Una verdad como un templo!

    Un beso gigante y mucho ánimo!

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