Quiero una casa más bonita

Mi casa es bonita. No os vayáis a pensar que no.

Pero hay un problema: tengo una tendencia natural a acumular cosas.

Además, cuando yo me casé, hace ya cerca de veinte años (ay, qué cosa de decirlo) no se llevaba lo de dar dinero en las bodas, y recibimos un montón de regalos inútiles y feos que no sabemos dónde meter.

Todo eso junto hace que no tenga la casa que querría tener.

Para cambiarlo, estoy dando los primeros pasos.  Limpiando y retirando lo que nos resulta inútil o feo.

Y son un montón de cosas.

Así que me he propuesto, por las tardes, mientras hacen los deberes, esos ratos en que me siento al ordenador a no hacer nada, recoger un cajón, o una estantería, o una mesa o algo, uno por día, y sólo los días que pueda y tenga ganas.

Ya, ya sé, tardaré una eternidad. Sí, pero sólo un cajón o una estantería recogida, limpia de lo que no queremos, es ya un avance importante.

Llevo con ello unos cuantos días del mes de enero y otros pocos de febrero y ya se ve que los interiores de armarios y cajones se van despejando.

A ver si soy capaz de seguir con ello hasta que termine.