Os voy a contar una historia. No es un cuento, porque si lo fuera, tendría qe tener algún final, del tipo que sea. Esta historia no tiene final.
Se trata de una niña. Tiene catorce años. Lleva un chandal negro y rosa, zapatillas que se caen de puro viejas, ojos muy pintados de negro y piercings en labios y ombligo (al menos).
Via.
La chica va a clase y saca notas aceptables. Pero no destaca especialmente en nada, ni por guapa ni por fea, ni por inteligente ni todo lo contrario, así que este curso le ha dado por por juntarse con los más macarras, por largarse de clase a media mañana, fumar porros... Esas cosas que hacen que una buena niña se convierta en una tía guay a ojos de otros y, sobre todo, de sí misma.
Un día, la niña se pone enferma en clase. Y una profesora la acompaña a urgencias. Los profesores estamos hartos de ver niños que no desayunan, niñas que apenas comen y luego se desfallecen a media mañana.
Pero pasan los días y la niña no parece mejorar. Apenas aparece pr el instituto. Hay problemas a su alrededor, se notan. No se sabe cuáles, pero los tiene.
Vía.
Una amiga de la niña confiesa a su tutora que su amiga cree estar embarazada. La tutora habla con ella, que tiene dos semanas de retraso, y queda en comprarle una prueba y hacérsela al día siguiente. Pero la niña no aparece por clase al día siguiente. Y no lo hace en todo un mes.
Un buen día, después de muchas llamadas a casa que nunca son contestadas, la niña va a clase, sin más. No está embarazada (o al menos no reconoce estar embarazada). Pero su historia puede que sea aún peor. Se pegó con su madre y ésta la denunció, se escapó de casa, lleva un mes vagabundeando por ahí, con su novio ( un adulto de 23 años, que no sólo se acuesta con una niña de 14, sino que además no toma ninguna precaución), con amigos, con cualquiera...
Y hasta aquí llega la historia. No sé cuál será el final, si será feliz o no. No sé si ésta es toda la historia, probablemente sea sólo una parte, una pequeña parte, probablemente haya muchas cosas que no se cuenten, porque es mejor así, o porque simplemente las desconocemos.
Tiene pinta de acabar mal..
ResponderEliminarLástima que no ocurra dentro de un libro sino que sea real.
Sí, es una pena que no sea una ficción.
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Jolín Ro! Los pelos de punta, estas historias son las que me producen pesadillas.
ResponderEliminarBesos. Seguramente queda mucho por contar, sí...
Mucho más de lo que se cuenta.
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Ufffffff qué duro!!
ResponderEliminarHiela la sangre.
Ojalá la historia dé un giro y acabe bien.
Bss,Carmen
Se intenta, pero es duro cuando no se consigue.
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Muy triste... lo que no entiendo es cómo puede la madre seguir viviendo sin saber dónde está su hija (o sabiendo donde está, que sería peor aun).
ResponderEliminarEn fin, sólo cabe esperar que acabe bien y que las cosas se pongan en su sitio con el tiempo. Eso sí, creo que necesita ayuda, que igual por arte de magia no se arregla nada...
Besos
Yo tampoco lo entiendo. Antes de llegar a determinadas situaciones se ha pasado por otras, y no se han tomado medidas. Ya sabes.
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ofú...qué impotencia, pinta bastante mal, especialmente por la falta de implicación de la familia, ojalá me quivoque...
ResponderEliminarPues eso, que tiene muy mala pinta,
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Qué difícil es ésto de la educación y la relación con adolescentes. Desafortunadamente algunos puntos de la historia los tengo muy cerca y realmente me siento sin recursos ni herramientas para reconducir.
ResponderEliminarDe todas maneras, sigo pensando que la adolescencia pasa y si hay una buena base en el entorno familiar, las aguas suelen volver a su cauce.
Un beso
El problema es cuando falta ese entornó familiar adecuado.
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A veces tristemente la realidad supera a la ficción. A veces no queda más remedio que intentar ayudar a est@s niñ@s perdidos porque por desgracia no sólo no tienen un hogar en el que l@s protejan, sino que impide que se les ayude (aunque sea indirectamente).
ResponderEliminarEspero que todo acabe bien...
Bsito
A mí también me gustaría pero no parece que las cosas vayan por el mejor camino.
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Sé que la educación en casa es FUNDAMENTAL, el cariño, el amor, el apoyo, el ejemplo... ES ESENCIAL para el niño y posterior adolescente... pero SIEMPRE, siempre queda una pequeña brecha, un rinconcito para el PENSAMIENTO INDIVIDUAL, para el propio raciocinio... que, con 14 años, a pesar de ser una temprana edad, es posible. Es posible saber que lo que estás haciendo no está bien... Quiero decir que esta chica ha tomado sus propias decisiones, y, lo queramos o no, ha decidido meterse en mierda. Muchos factores han influido en que acabe así, seguro, pero la decisión final la tiene uno mismo... Todos hemos podido meternos en mierda, todos. Todos tenemos problemas: padres separados, abandonos, padres alcohólicos, precariedad económica absoluta... y si todos nos dejáramos llevar por las penurias, acabaríamos suicidándonos.
ResponderEliminarDa lástima pensar que algún día abrirá los ojos y se dará cuenta de lo que está haciendo con su vida... de momento sólo queda ayudarla en lo posible, pero con quien no se deja ayudar... no hay mucho que hacer. No quiero parecer cruel, pero es la realidad. La solución la acaba encontrando uno mismo. ¿Tenemos personalidad o somos marionetas?
Creo que en el instituto se necesita más vida real y menos tecnología y biología.
Yo también creo que necesitamos dejarles que se equivoquen, que además no podemos evitarlo, y que se dará cuenta tarde o temprano de los errores cometidos. Pero es difícil no involucrarse.
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¡¡Qué horror!! Catorce años...
ResponderEliminarSí, a mí me siguen pareciendo niños, y no dejan de serlo en gran medida, y no saben lo ue hacen pero se creen mayores.
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Tengo una historia muy parecida, solo que la mía tiene 12! Y ya no sé qué más puedo hacer...
ResponderEliminarLo malo es que a veces no podemos hacer nada.
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¿Qué tipo de desequilibrado mental puede tener relaciones sexuales con una niña? El mundo se va a la mierda...
ResponderEliminarY la culpa de todo esto la tienen la ignorancia y la falta de valores, sean cuales sean pero valores al fin y al cabo. Es una lástima, a poco interés que le pusiese la niña en formarse podría tener un buen futuro.
Hablemos con propiedad,con 14 años no se es una niña, sino una adolescente, joven, mujer, a partir de la pubertad no se es niño/a. Y creo que parte de los problemas vienen por pensar que lo son, y no educar en responsabilidad.
EliminarAdemas en España la edad de consentimiento legal para mantener relaciones sexuales es de 13 años. Es posible qe hubiera que cambiar esa ley, pero de momento es asi, y a partir de los 13 pueden decidir.
Para mí, y trabajo con ellos, con catorce años son niños. Y las relaciones que tengan entre ellos me pueden parecer mejor o peor, pero un hombre de más de veinte años y una niña de catorce no deja de ser desde mi punto de vista muy poco apropiado para ella.
EliminarEs una lástima, mucha. Y pienso lo mismo que tú de un tío que se acuesta con una niña. No estamos hablando de relaciones de ella dieciséis y él dieciocho, sino de catorce, una niña, y veintitrés, un hombre adulto.
ResponderEliminarBesos.
¿Hay que dejarlos equivocarse?
ResponderEliminarVaya, ¿y por qué no empezamos de pequeños, dejando que metan los dedos en un tomacorriente o que jueguen a encender fósforos? Así aprenderían mejor que con nuestros consejos, ¿no?
Gran idea. Buenísima.
Si una sola persona hubiera intervenido decididamente cuando yo lo necesitaba -aunque no lo admitiera-, toda mi vida habría sido distinta, no habría llegado donde llegué ni habría hecho lo que hice...
Dejarlos que aprendan... ¿por qué no la eutanasia directamente, mejor?
Hay cada gente... ¬¬
Tu vida depende de los demás... ¡estupendo!
EliminarTú eres la que tiene la última palabra... la última decisión. Al final el problema va a ser que somos personas sin juicio propio...