lunes, 20 de mayo de 2013

Recuerdos

No sabes lo que sientes por alguien, lo que de verdad significa para ti, hasta que no lo pierdes, o hasta que no dejas de verlo tan a menudo, hasta que te alejas...



Y digo esto porque la semana pasada he estado en mi antiguo instituto, celebrando unas jubilaciones. Por cierto, las chicas que se jubilaban me parecían tan jóvenes, que vi claramente que me estoy haciendo mayor.

Dos segundos, tan sólo dos segundos, y ya era una más, era como sí nunca me hubiera marchado, como si este curso no hubiera sucedido nunca.

Ha sido extraño. He sentido que pertenecía a ese lugar, que no me había ido, y que la gente de allí así lo sentía. Retomamos viejas conversaciones, antiguas bromas, seguimos hablando de alumnos, de compañeros, de las clases, de todo, como si no hubiera pasado casi un curso entero. Incluso uno de ellos, despistado, me dijo que este año casi no nos habíamos visto, como disculpándose (ahora que trabajo a cien kilómetros...)




Sé, porque soy bastante idiota pero no tanto, que estos sentimientos y esta sensación no durará mucho. El curso que viene ya no será lo mismo, y dentro de poco al ir a ver a mis compañeros, encontraré muchas caras diferentes, los alumnos ya no me conocerán, todo será como si nunca hubiera estado allí. Y sentiré que pertenezco plenamente al lugar donde trabajo ahora.

Aún así, ahora mismo me siento dividida. Me encanta mi actual lugar de trabajo, mis alumnos, a pesar de lo que proteste por ellos, y también me habría gustado seguir trabajando donde estaba. Es una sensación extraña que me deja mal cuerpo.

Eso sí, tuvimos tanta celebración que me puse como la moñoño, y eso que la dieta-operación-bikini-o-bañador-o-lo-que-sea no iba mal... ggggrrrrrrrr.

12 comentarios:

  1. Te entiendo perfectamente.
    Yo llevo 29 añoslargos en el mismo centro, y fíjate si he visto marcharse gente! En los últimos tiempos s enos jubilan de cuatro en cuatro por año... Claro, 60 años es una edad ideal! Y viene a visitarnos, tres de ellas, viene regularmente todas las semanas a echar una mano en tareas de biblioteca, organizativas... un encanto, las hay que son un verdadero encanto! Eso sí, lo que tienen en común todos los que se han jubilado es la cara de tranquilidad, el guapo subido...
    Y a mí que solo me quedaban seis años y medio! Ahora, vaya usted a saber...!

    Cambiar de lugar de trabajo, ya sea voluntariamente o porque en la situación en lal que se está es así... tiene sus pros y sus contras, claro, lo mismo que permanecer tantos años en elmismo sitio! Lo bueno d elo nuestro es que los alumnos no siempre son los mismos, y en mi caso, han pasado muchísiiiimos, de algunos he tenido también a sus hijos. Otros han hecho prácticas también conmigo, y a algunos los tengo ahora de compañeros de trabajo. Eso me encanta!

    Las comidas,lunchs y cenas de despedidas y jubilaciones son... jajajaja, no hay dieta que valga!

    Pues nada, a disfrutar del sitio en el que estás y a guardar los buenos recuerdos de los otros!

    Besotes!
    ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo bueno y lo mal es que los alumnos cambian. Pero ellos siempre tienen la misma edad, y nosotras nos vamos haciendo mayores... Uffff.

      Besos.

      Eliminar
  2. Bueno...por unos gramillos de más no pasa nada...

    La sensación de estar bien en el lugar de trabajo es muy importante...estar bien en la escuela,en el instituto, es necesario..pasamos allí tantas horas que es como si fuera nuestra segunda casa...
    Besos,Ro!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, es bastante necesario estar a gusto, y en este trabajo mucho más. Se nota tsnto cuando no tienes unos buenos días, que todo el mundo l nota, pero los chavales especialmente.

      Besos.

      Eliminar
  3. Me ha gustado mucho la reflexión inicial del post. Se puede aplicar a mil cosas y es una gran verdad!
    Un besito.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hoy duermo sin mi chico, que está de viaje, y no veas l que l voy a notar... Jajaja.

      Besos.

      Eliminar
  4. A mí me pasa parecido. Siento mucho apego a mi destino anterior. Y eso que sufrí mucho allí (por eso me fui) Pero tenía compañeros muy divertidos y había bromas y cotilleos. Echo tanto de menos el sitio,que ahora que cambió de jefa quiero volver... Hay quien me trata de Pirada,je,je.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me pasa siempre, y mira que he dado vueltas, pero mis trabajos más estables son para mi com ir a casa... No sé, y tiene mucho que ver con compañeros y personal, pero también con los chavales, y cómo me reciben. Ando voy a verlos.

      Besos.

      Eliminar
  5. Bueno, aunque te sientas dividida, piensa en lo bonito que es sertirse parte de las cosas. Hay gente, seguro, que pasa por la vida sin pena ni gloria, sin comprometerse y sin ser comprometida. Y tú no eres una de esas. Supongo que eso es bueno.

    Me quedo la expresión "ponerse como la moñoño" jaja

    Muá

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me gusta sentirme parte del lugar donde estoy, y es cierto que en un instituto, y supongo que en cualquier trabajo, puedes pasar sin hacer ruido, sin que nadie note que estás o no, o puedes implicarte hasta las trancas, aunque esto último tienesu lado negativo, el visceral, los disgustos, las decepciones... Ya sabes que prefiero decepcionare a no implicarme.

      Y lo de la moñoño se l he copiado al Comidisra. Soy fan.

      Besos.

      Eliminar
  6. Si suele pasar, los cambios siempre te dan miedos y tristeza dejar lo conocido...bueno espero que pronto te sientas como en el antiguo sitio. Un saludito

    ResponderEliminar
  7. A mi me pasaba lo mismo cuando, después de haberme distanciado de mis amigas del instituto, quedábamos a veces para hacer alguna cena de "reencuentro". Sentía que las mismas bromas y las mismas conversaciones me gustaban igual que antes. Poco a poco fui viendo que ya no las conocía, ya no éramos lo mismo por mucho que nos empeñáramos. Eso fue haciendo que quedasemos cada vez menos... Ahora con suerte nos vemos una vez al año.

    Besos

    ResponderEliminar

Cuéntame...