viernes, 4 de enero de 2013

Mirando al agua

En muchas ocasiones, lo único que se necesita es relajarse.




Mirar el amanecer o la puesta de sol.





No importa la tormenta interior.


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O las nieblas que ocupan nuestros pensamientos.



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Relajarse.



Estar solo.



Apreciar el mundo que nos roeda.



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Y pensar en las cosas importantes de la vida.





Esas cosas importantes que no tienen que ver con el trabajo, el dentista, sino con uno mismo, y con las personas que te rodean.

Es tiempo de reflexión.

Y de relajación.

Respirar hondo y tomar impulso.

11 comentarios:

  1. De adolescente pasé mucho rato mirando el mar. Es como si me confesara con él. Le pedía a las olas que se llevaran mis males. También bañarme y sumergirme hace que parezca, se alivie mi tormenta. Me has dado una idea. Necesito sentarme un rato con él.

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    1. Bueno, pues házlo, a ver si se te pasa todo eso que en estos días llevas por dentro.

      Besos.

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  2. Soy isleña, no puedo vivir sin estar rodeada de agua. A ser posible siempre el mar, el mar atlántico.

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    1. Yo soy de campo campo. Por eso creo que mirar al agua me relaja tanto.

      Besos.

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  3. Pues a mi el agua me dá bastante miedo... soy hidrofobica y le tengo panico a las grandes extensiones de agua... pero reconozco que mirar el mar es maravilloso por mucho que me imponga...

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    1. Entonces puedes mirarlo desde la ventana o la terraza de casa, de lejos. Verás como te relaja...

      Besos.

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  4. Pues sí,Ro..yo siempre pienso que la tormenta interior debe mirarse desde la cima de una montaña y es ahí donde se relativizan las tormentas interiores....todo pierde importancia y se hace más pequeño...tan pequeño como se nos vería desde la cima de esa montaña...
    Besos y Felices Reyes!!

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    1. Totalmente cierto, cuanto más te alejas, más insignificantes te parecen las cosas a las que antes llamabas problemas.

      Besos.

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  5. Me encantan las últimas dos fotos, cómo se nota que soy montuna...

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    1. Sí, el agua y la montaña, preciosa combinación.

      Besos.

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  6. Yo necesito un poquito de eso. Pero hay veces que estamos tan metidos en nuestras cosas... que no sabemos parar un ratín el mundo, bajarnos, y dedicarnos un momentito de relax, y hacer algunas de esas cosas que tú has puesto.

    Un besín

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