Hace ya unos cuantos años, tuve un grupo de alumnos muy malo. Era terrible. Muchos no tenían material, ni libro ni cuadernos, otros apenas leían, y mal, se portaban fatal, no querían hacer nada y nos tenían a todos bastante agobiados.
Recuerdo una vez en que estaba yo en la pizarra explicando y cuando me di cuenta, tenía a uno intentando hacer el pino al fondo de la clase. Con eso quizá esté todo dicho.
Para colmo, tenía clase con ellos todos los días, cinco horas a la semana, y tres de ellas a última hora (las otras dos a penúltima) con lo que el comportamiento y falta de atención eran más graves aún.
Con el paso de las semanas y de los meses, llegué a sentir un rechazo por ese grupo que se empezó a manifestar de forma física. No es que me pusiera nerviosa cuando me tocaba con ellos, que también, sino que me empezaba a doler la cabeza, o el estómago, me sentía mareada, mala, enferma, en definitiva.
Aquel año hicimos lo que pudimos por esos chicos, que fue muy poco. Y tiempo después me encontré a dos de ellos en un centro comercial y se acercaron a saludarme. Lo cuento a menudo porque los dos, en cuanto me vieron se quitaron rápidamente la gorra para hablar conmigo. No creo que de aquel grupo ningún alumno consiguiera sacar la ESO, y ya es triste.
Pues bien, ahora me está pasando lo mismo con mi tutoría. Mi cuenta atrás particular tiene mucho que ver con ellos, y estoy pendiente mentalmente, no de los días de clase que faltan, sino de las horas de clase que me quedan con ellos (10, si no cuento las dos de hoy) porque quiero perderlos de vista.
Sé que no suena muy bonito ni muy políticamente correcto. Pero es la verdad. Seguiría un mes más o lo que hiciera falta con mis otros dos grupos. Voy a gusto a clase con ellos y seguimos trabajando como hasta ahora, con más dificultades porque son fiestas, porque hace calor, porque se acerca el final del curso, pero seguimos bien.
Con mi clase las cosas han ido mal siempre. He intentado ganármelos, motivarles, llevarles por un camino que no han tomado. Me siento fracasada con ellos aunque a ellos no les importe, lo cual es bastante triste. Da igual los pequeños triunfos que hayamos tenido a lo largo del curso; en el último mes lo hemos perdido todo: mi alumna ha vuelto a los porros con más ganas, como era de esperar, los que estaban cerca del aprobado se decantan por el lado del suspenso, pocos van a pasar de curso y los que lo hagan lo van a tener complicadísimo, por no decir imposible, el curso próximo...
Y no me gusta darles clase. Todo en mí los rechaza de una forma bastante fuerte. Lo noto en mis dolores de cabeza, en mis ganas de llorar, de no hacer nada, en el rechazo frontal que me supone entrar en clase con ellos, en las pocas ganas que tengo de contestarles a los mensajes que me envían, en mi cuenta atrás que, este año, sintiéndolo mucho, va por ellos.
Has hecho todo lo posible, no se puede luchar contra lo que no depende de nosotros, aunque nos empeñemos...¡Animo! que ya queda poco.
ResponderEliminarPues lo malo es que la sensación ahora es de no haber hecho todo lo posible, y estoy centrada en las cosas que he hecho mal y en lo que me he equivocado.
EliminarBesos.
A veces se nos olvida que los profes somos humanos y no superheroes. Yo este año he trabajado en un CRA y dado clase a un grupo de primero y segundo de primaria que tenían verdaderos problemas de conducta... Se lo que es llegar a casa llorando y sentir que simplemente no quieres verlos más por una temporada. Sencillamente hay que bajar el pistón y no exigirse más de lo que con ellos vas a poder conseguir porque eso es muy frustrante.
ResponderEliminarUn beso, Ro.
Paula.
Estoy así, intentando no pedirme más pero también pensando que si llevo todo el curso a tope, ya solo quedan dos semanas y no puedo bajar el ritmo.
EliminarBesos.
Estas cosas pasan,Ro.
ResponderEliminarHas hecho lo que estaba en tu mano.
Ánimo y besos.
Pero a veces la sensación es de no haber hecho todo lo necesario, de haber fallado.
EliminarBesos.
No te sientas mal, vivo con un profe de secundaria como tú y le pasa lo mismo. Tiene una clase "terminal"como lo llama él: mal educados, contestones, vagos, pasotas, impertinentes... No os queda nada. Aunque la gente solo vea las vacaciones que tenéis, vuestro trabajo muchas veces es durísimo. Ánimo Ro, esto está hecho. Besos y abrazos. Raquel.
ResponderEliminarA veces es un trabajo gratificante, pero otras veces es muy complicado y duro, es verdad.
EliminarBesos.
Solo puedo desearte que se pasen pronto esas horas... muaccc
ResponderEliminarYa van quedando menos. Eso es lo que ahora mismo me importa.
EliminarBesos.
Ya queda poco para el final del curso... esa sensación que tú tienes la tengo próxima, y es duro. Además, hay muchas horas detrás de todo esto que no se ven.
ResponderEliminarMucha dedicación...
Lo que cuentas me hace mucho qué pensar... ¿Por qué crees que los alumnos llegan a esa situación?????? ¿Qué hacemos mal????? Todos hemos sido adolescentes, hemos tenido nuestro lado rebelde, pero...????
Ánimo, Ro.
Hay este año miles de horas, miles, dedicadas a ellos. Y lo malo es no ver resultados. Estoy en estos días desesperada.
EliminarBesos.
Mucho ánimo!!!
ResponderEliminarMuchas gracias.
EliminarBesos.
Yo es que sería absolutamente incapaz de hacer lo que tú haces normalmente, quiero decir con un grupo "normal", así que todo lo que encima pase de ahí, me parece digno de alabanza. Por lo que nos has contado, ha sido un año muy duro en todos los aspectos: tus hijos, cambio de centro, de compañeros, de alumnos... No creo que sea precisamente culpa tuya el no poder con todo. Es más, si pasaras del tema, no te afectaría y no estarías deseando acabar.
ResponderEliminarÁnimo, que ya queda muy poco. Además, estas horas que te quedan no creo que tengan que ser muy intensas, ¿no? Supongo que ya está casi todo hecho, así que podéis dedicaros a actividades más ociosas, y que así pasen más rápido.
Besos!!!
Ha sido un curso terrible, con muchas cosas pero principalmente complicado por mis alumnos.
EliminarBesos.
No me extraña que estés así, espero que el año que viene no los tengas en ninguna clase.
ResponderEliminarNo lo sé, ya hay movimientos para que les dé clase el año que viene, de alguna forma...
EliminarBesos.
Pues mira, verbalizarlo está bien, siempre sirve para quitar algo de peso y aunque lo tuyo es mucho peor, yo llevo dos semanas que me encierro en el despacho porque no quiero ver a nadie, estoy saturada totalmente, deseando que llegue el martes que es mi último día...hala, también lo he dicho
ResponderEliminarbs
Estás saturada? A veces pasa. A mí a final de curso me suele suceder, pero creo que nunca como este curso.
EliminarBesos. Y abrazos. Ya te queda poco.
Bueeno Ro, primero ánimo. No conozco exactamente la situación, pero tamién soy profe de secundaria, interina, o sea que año si y año también me toca grupos como el que describes y cada día pienso en que el problema es que hacemos guettos y desde el principio les ponemos etiquetas. Ojo no digo que sean unos angelitos, digo que si desde el cole no vienieran con su etiqueta y sobre todo que no los pusieramos todos juntos en una clase, no ´se si así conseguiríamos más cosas. En cuanto al problema de tu alumna con las drogas, no crres que debería ir a un sitio dónde pudieran ayudarla? Donde yo vivo hay las llamadas UCLAS, con psicológos, terapeutas médicos que tratan a los drogadictos y a sus familias. Salir de las drogas no es fácil, nada fácil. Preguntale a cualquiera que quiera dejar de fumar. Un beso
ResponderEliminarAquí ya hay de todo con respecto a desintoxicación, y se intentó con ella hace dos años, y este año hablé con la madre y le di hasta los teléfonos donde debía llamar. Ahora está en un programa que tiene la diputación, y todos tan contentos, salvo que sé que simplemente está fingiendo hasta que consiga lo que quiere.
EliminarBsos.
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ResponderEliminarTe entiendo perfectamente, y aunque suene a eso de mal de muchos consuelo de tontos, ya sabes, me da cierta tranquilidad saber que no es algo que me ocurra sólo a mí. Yo tengo un grupo así este año, que ya tuve en 1º y 2º y ahora en 4º (el curso pasado me pude librar de ellos). Los tengo 3 horas semanales, y me cuesta ir a esa clase, me suele doler el estómago, la cabeza, como muestra de ese rechazo. Menos mal que en mi caso me quedan sólo 3 clases (la semana que viene) con ellos. Ánimo, que ya nos falta poquito para las vacaciones.
ResponderEliminarHay grupos con los que no podemos, no se sabe por qué. A ti te quedan tres clases, a mí diez, y con un poco de suerte van a faltar bastante en estos días de fiestas por todos los pueblos.
EliminarBesos.
Animo Ro. Has hecho todo lo posible y aunque ahora lo veas así, seguro que les dejas poso. Normalmente la gente no se involucra tanto.
ResponderEliminarRespecto a tu alumna le has mostrado que hay otras opciones y eso Ro ya es un pequeño logro.Comparto opinión con Maealba, quizá necesite más ayuda, no es fácil
Besotes
Coquelicot
P.S.- Cómo va tu peque? Ya queda menos
Necesita ayuda, claro, y ahora mismo ha fingido que entra en un programa de desintoxicación para que su madre le deje salir durante las fiestas del pueblo, que son estos días, porque es la reina de la manipulación.
EliminarBesos.
Mi peque también va saturado de trabajo. Pero bien, más contento con la vida, que es lo importante. Muchas gracias por estar ahí.
¡Vaya!
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