11 días

Cuando terminan las vacaciones de Semana Santa, siempre pienso que han sido demasiado cortas, algo que no me pasa con las de Navidad, que creo que son excesivamente largas.

Quizá se trata de cansancio, de ganas de vacaciones, de días con más horas de luz, de la sensación de cuesta arriba que me genera el mes de abril y el último trimestre de curso.

Pero hoy, a estas horas, tengo por delante once días de vacaciones. Y ya os conté ayer mis planes para aprovecharlos.

De momento, y en cuanto publique esto, con mi taza en la mano, prepararé la cajita de un libro viajero que lleva días terminado en mi mesilla de noche y que tiene que salir a descubrir mundo.

Después, como tengo la comida ya preparada desde ayer, voy a ir a dar un paseo tranquilo por una ciudad que hoy ha amanecido soleada y preciosa.

Y por la tarde me planteo dejar la marca de mi culo en el sofá mientras veo una serie (en realidad, dos) o tal vez una película.

Por la noche quiero leer mucho antes de ir a dormir pronto y sin poner en despertador.

Tan solo eso, ratos de felicidad en casa y con mis chicos.

En los próximos días las cosas varían, porque tengo algún planecito con niños y sola, y con amigas, pero cosas tranquilas y relajadas.

Y seguiré por aquí. Llevo muchos meses queriendo renovar el blog y tal vez encuentre tiempo ahora, o no.

En fin, quizá demasiado tranquilidad para algunos, pero es lo que me pide el cuerpo.