Letras o ciencias

Tengo un cabreo monumental. Es de esos que te dura media vida, pero esta semana lo tengo recién despertado y con ganas de guerra.

Si pensáis que según el sistema educativo actual no existe la eterna división entre ciencias y letras, estáis completamente equivocados. Largos nombres, muchas palabras, para acabar diciendo prácticamente lo mismo de siempre. Lo mismo, pero con algunos matices, claro.

Cuando yo estudiaba el BUP, hace ya una eternidad, en tercero, escogíamos si nos apetecía más estudiar letras (puras, como fue mi caso, o mixtas, como muchos otros) o ciencias (también puras o mixtas).

Hoy por hoy, si tu hijo es un buen estudiante, sean cuales sean sus aspiraciones, sus profesores le instan a escoger en cuarto de la ESO y en Bachillerato las ciencias: Física y Química, Biología, Matemáticas. 

Las letras son para los mataos, los que no lo van a sacar, aquellos a los que les cuesta, que se vayan a estudiar cosas como el latín, la cultura clásica, la música o la plástica. Los buenos estudiantes son los de ciencias. 

Y es así, pero porque somos tan gilipollas que les estamos convenciendo de ello, y estamos convencidos de que, si  nuestro hijo aún no lo tiene claro, una opción de ciencias no le cierra las puertas a ninguna carrera, mientras que una de letras no da opciones para estudiar nada científico ni tecnológico en el futuro. Y hombre, entre que estudie Geografía, Filosofía, Filología, Derecho, Humanidades y otras patrañas semejantes y estudie Medicina, Ingeniería, Arquitectura o esas carreras de verdad, hay una gran diferencia.

No tengo nada que objetar a que un chaval que no lo tiene claro elija las ciencias. Es así, si has cursado matemáticas en cuarto, y luego también en bachillerato, pero al final te decides a estudiar, por ejempo, Derecho, no ha pasado nada. Has perdido, quizá, el latín, que puede ayudarte mucho en unos estudios humanísticos o de ciencias sociales, pero no pasa nada.

¿Dónde está el problema? 

Os pondré algunos ejemplos.

Llega la orientadora a mi clase (os recuerdo, 30 alumnos, sólo uno ha aprobado todo en las dos evaluaciones) a pedirles que se vayan decidiendo por las asignaturas de cuarto. La mayoría de ellos tienen suspensa la física y química, las matemáticas y la biología, como mínimo.

Y les dice que, si quieren hacer bachillerato, es obligatorio que cojan las matemáticas B (llamadas "matemáticas difíciles" por los chavales) y no las A (opción de matemáticas relacionada con las ciencias sociales). Y todos ellos, como corderitos, dicen que se van a matricular de física, matemáticas B y biología...

¡¡¡Pero si no las aprueban en tercero!!!!

Intento permanecer callada, porque ya he discutido con la orientadora por este tema. Pero al final no puedo más.

- ¿Es que no existe la opción de letras, o de "ciencias sociales"?

- Bueno... ésa es para los que quieran estudiar un ciclo formativo...Pero si quieren hacer bachillerato, no.

¡¡¡TOMA!!!

 Otro ejemplo.

Alumna brillante, muy brillante, quizá la mejor del instituto. Tiene algún nueve, pero la mayoría de sus notas son dieces, en todo. Da igual la materia. Tiene claro que quiere estudiar filología inglesa (creo que este caso me duele más porque me toca muy de cerca)

Entre sus padres y la orientadora le han obligado, lágrimas incluídas, a escoger la opción Física y química, biología y matemáticas en cuarto. ¿Por qué? porque si cambia de opinión, no se ha cerrado puertas.

- Pero si hay puertas que nunca, nunca va a querer abrir, por mucho que pueda hacerlo.

Respuestas que me han dado algunos de mis compañeros en la reunión (tengo que decir que mis compañeros de reunión eran: dos de física y química, una de biología y la orientadora).

- A ver si se lo piensa mejor.

- Tiene tiempo de rectificar...

- Es que es un desperdicio que una alumna tan buena estudie letras...

EEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEHHHHHHH. Eso era lo que sonaba en mi cabeza. Mi respuesta:

- O sea que hay gente, los de letras, que somos un desperdicio. Mira, los de ciencias siempre me estáis enseñando cosas nuevas...

Muy cabreada.

Y lo peor es que, años después de escribir esto, las cosas no cambian a mejor.