lunes, 4 de mayo de 2020

Sucedió en abril

Pudiera parecer que en este mes no ha sucedido nada, o que han sucedido demasiadas cosas. Ha sido un mes muy largo y atípico para todos.

Ha sido un mes de muchas primeras veces. Por ejemplo, en este mes entregué las notas por correo electrónico. Primera vez en la vida. En este mes hice videollamadas con algunos grupos de amigas con las que no lo había hecho nunca, y no sé por qué, pues nos ha resultado bastante divertido.

Las rutinas de un confinamiento son extrañas pero enseguida se hacen rutinas. Levantarme tarde: las diez de la mañana para mí que soy madrugadora es muy tarde, y ha sido mi hora durante las vacaciones. Al volver a la extraña rutina de teletrabajar, he vuelto a las ocho y media, hora que también se aleja de mis seis y media habituales.



Un momento. Creo que han sido muchos. La vida lenta, tranquila, sin prisas. Hemos estado haciendo manualidades en casa, y ejercicio. Todo ello me ha dado estabilidad emocional, sin pasarnos, pero al menos la misma que tenía antes de que todo esto empezara.




Un lugar: ese lugar ha sido mi casa, claro. La mayor parte del tiempo la hemos pasado en la sala de estar, donde hemos hecho ejercicio, hemos pintado, hemos visto películas, hemos dormido siestas, hemos compartido algunas cenas improvisadas... En definitiva, hemos dado mayor uso a los lugares comunes. Y eso está bien. Os contaré que durante los últimos años, he pasado poquísimo tiempo en mi salón. Llegaba de trabajar y,  siempre corriendo, llevaba al niño a sus actividades, o iba yo a las mías, preparaba comidas, recogía la casa, y cuando llegaban las nueve o nueve y pico de la noche, me iba a la cama a leer. En este último año he recuperado mi salón, mis ganas de pasar tiempo en él, sola o acompañada.





Un viaje. Esta vez no hay más viaje que el de ir al supermercado. Y las primeras veces me parecía toda una aventura. La mascarilla y los guantes, las gafas empañadas, intentar no acercarte a nadie ni tocar nada... Ha sido tremendo, la verdad, y lo malo es que es una realidad a la que nos tenemos que acostumbrar, no sabemos por cuánto tiempo.

Una película. Han sido tantas que no podría elegir una.

Una persona: mi confinamiento no ha sido con una persona, sino con dos, mi hijo pequeño y mi pareja. Ha sido bastante fácil y extraño a la vez. Convivir con una persona con la que no lo haces habitualmente, de repente, veinticuatro horas al día y todos los días, ha sido raro. Pero surgió así porque él trabaja en una residencia de ancianos y vive con su padre ya mayor. Y decidimos que se quedara en casa. Y en una semana estaba contagiado y de baja por coronavirus. Convivir con mi hijo pequeño y a la vez con mi pareja no ha resultado nada difícil. Todo ha ido bien, sin problemas, y eso me asombra, porque mi hijo no es nada fácil. Pensaba estos días en lo que habría sido de mí hace un año, cuando todo lo relativo a la separación estaba ya decidido y los trámites iniciados, y me marché unos días en Semana Santa a casa de mi madre porque no podía ya convivir con mi exmarido. Supongo que a todo se acostumbra uno pero mi confinamiento hace un año habría sido una experiencia muy diferente.




Una serie: han sido varias. Hemos visto un par de ellas que nos han gustado mucho como When they see us o Unorthodox. Así que me quedo con esas dos.






En definitiva. Ahora que ya vemos la luz al final del túnel, lejos pero la vamos viendo, yo creo que esto no ha sido para mí traumático ni mucho menos. He estado tranquila, tengo mi sueldo y teletrabajar no me gusta pero no me supone algo duro, sé que seguiré cobrando el mes que viene y pienso mucho en la gente que no lo tiene así de fácil, que no sabe qué será de su vida, de su trabajo, de su economía. Así que no puedo ni quiero quejarme. 


4 comentarios:

  1. linda entrada, es grato leer así de la cuarentena con sencillez y sentido común...

    e interesante la relación con tu pareja, de isas y vueltas al parecer y una calma presente que viene bien en estos días ... saludos

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  2. Me siento bastante como tú. Para mí no ha sido traumático, mis hijos y marido lo han llevado bien, he intentando seguir una rutina... Lo peor los últimos días, levantándome demasiado tarde. Lo mejor, que mi marido aprobó las oposiciones en octubre, y si ya entonces fue un salto en nuestro relax económico, imagínate ahora. Solo puedo dar gracias.
    ¿Cómo ha llevado tu chico el coronavirus? Tengo un par de conocidas/amigas que lo han pasado, en sus casas, pero muy fastidiadas.

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  3. Yo también tengo esa sensación, no fue tan terrible para nosotros... pero preferiría que no se repitiera!

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