MI peque y su recuperación

Después de más de dos semanas bebiendo solo líquidos, a partir de hoy y de su revisión en el dentista de ayer por la tarde, podremos empezar con dieta blanda. No puede morder pero sí masticar con las muelas, y además le vendrá bien porque tiene que ir utilizando la mandíbula. Anoche cuando llegamos, cenó lo que más le apetecía desde hace días: arroz con tomate. Y le supo a gloria.

Mi niño me ha demostrado en estos días ser mucho más fuerte de lo que imaginaba, y tener mucho más humor que todos nosotros. En tres días ya bromeaba sobre el tema, sigue riéndose a carcajadas a pesar de sus dientes. Los primeros días no podía ni abrir la boca pero, en cuanto ha podido, le ha importado poco que su boca sea un poema. No le ha gustado tener que dar explicaciones a la gente. Le dije que solo necesitaban explicaciones aquellas personas que de verdad nos importan. Así que creo que ha dado pocas, las justas.

Lo ha pasado mal con la comida. No come nada bien habitualmente, y su repertorio de purés que de verdad le gusten es muy escaso, así que ha comido casi lo mismo, con ligeras variaciones, todos los días: puré para comer y sopa para cenar. Los purés, mejor con legumbres, alubia blanca o lenteja. Y la sopa con fideos finos que entran solos al beberla. Ha completado con zumos y yogures de beber.

En cuanto  a los dientes, parece que dos no van muy bien. El resto se recupera como se esperaba, y las encías y el hueso roto mucho mejor de las previsiones. Los dos dientes que han oscurecido un poco, es pronto para decir nada. Se irá viendo poco a poco.

A partir de ahora nos sigue quedando un largo camino, pero es cada día más corto. En quince días le quitarán la férula y supongo que después le van a quedar muchas horas de dentista. Lo bueno es que hoy en día nadie se queda sin dientes, así que miramos al futuro con bastante optimismo.