viernes, 11 de mayo de 2018

Niños intensos

Todos los niños son especiales, y cada uno tiene sus necesidaes muy diferentes a las de los demás, por eso nunca se educa a dos hijos de la misma manera, porque cada uno tiene uan forma de ser que marca cómo debemos hacerlo con él.



Creo que mi hijo pequeño es un intenso. Ya os he hablado por aquí de él largo y tendido. Le sucede que vive cualquier cosa que le pase como el peor día de su vida y muerte y destrucción y carece de un mínimo muy mínimo de paciencia, además de tener una memoria absolutamente selectiva en la que puede olvidar donde está y qué está haciendo pero nunca olvida nada que le interese.

Desde pequeño jamás le he dicho nada que no pudiera cumplir. No era de esos niños que insisten en comerse un helado y tú les dices: hoy no puede ser, mañana te doy helado. No. Con él eso nunca ha funcionado. Si le dices que mañana, a la mañana siguiente se despierta pensando en el helado y hará tu vida imposible hasta que lo consiga. Si le dices que dentro de unos días, habrá preguntado cuándo exactamente mil veces antes de que te des por vencido y le digas una fecha concreta y una hora definitiva.



No se le puede nunca mentir, ni una mentira piadosa, porque se lo toma todo a la tremenda. Cuando me pide algo, o le tengo que decir que no directamente, o le doy una fecha lejana esperando que se le pase el hype o que se aburra antes, o que cambie de objetivo por el camino, pero sabiendo que, si no es así, acabaré por darle lo que me pide. Claramente.

Y lo malo es que tiene siempre algo en mente. Ahora, un nuevo juego de la play que le he dicho que le compraré cuando les den las vacaciones, siempre que haya trabajado como tiene que hacerlo. Pero me lo recuerda de vez en cuando, por si acaso.

Antes de esto, fue una tarjeta para jugar a un juego. Dio la lata durante tres semanas, todos los días, con sus tardes, y la puñetera tarjeta costaba diez euros. Además, iba a gastarlos de su dinero, pero no, siempre en estas cosas le digo que lo pensaré, y lo voy alargando, porque en cuanto tiene algo va a la carga con otra cosa.



A veces es algo mínimo: un bolígrafo no sé cómo que ha visto a no sé quien. Otras veces no es material: quiere que le lleve a ver una película o que le deje ver una serie, o que le lleve a algún sitio, o que haga determinada comida... Pero siempre es insistente hasta la extenuación.

Ahora los fines de semana juega online con su primo. Siempre se mensajean mi hermano y él y quedan a una hora para jugar. El domingo pasado quedaron a las cinco menos cuarto. Pues entre menos veinte y las cinco le mandó a mi hermano 78 mensajes y dos llamadas perdidas. Mi hermano cuando se despertó de la siesta y vio el panorama, me lo contó alucinado. Y eso que todos en la familia le conocemos. Pero aún así. Ese es un niño intenso. Ni más ni menos.

8 comentarios:

  1. Es la primera vez creo que comento. Pero es que me he sentido identificada con tu hijo. Soy otra intensita desde mi tierna infancia.
    Por si te sirviese de esperanza, con el paso del tiempo he convertido mi "intensidad", " falta de paciencia" y mis "fines del mundo temporales" en algo positivo. Al final me ha llevado a saber utilizarlo no como "debilidad", sino como fortaleza a la hora de nuevos retos, estudios, trabajo... Eso si, me costó varios siglos darme cuenta de mi intensidad y asumirla :D

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    1. Me alegro mucho de que tu intensidad se haya convertido en tesón. Me das esperanza para el futuro, porque este niño es tan negativo... que a veces me da miedo que viva el mundo como una carga.

      BEsos.

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  2. Parece que estés hablando de mi jija. Es exactamente igual, y además es agotador. Siempre me queda la esperanza de que sepa encauzar esa intensidad, para,conseguir todo lo que se proponga en la vida

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    1. Es agotador ser así todo el día y en todo momento. Espero que vayan mejorando en su forma de ver el mundo.

      Besos.

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  3. Bueno, supongo que, como en otras cosas, tu niño irá haciendo progresos y suavizando esas muertes,destrucciones y fines del mundo horroroso. Espero :P

    Un abrazo, guapa.

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  4. Ay, cómo me suena lo de niño intenso. Yo tengo dos versiones: la del que habla a todas horas, y te da mil razonamientos y quebraderos de cabeza hasta que lo consigue; y el modelo apenas hablo, pero como quiera algo te lo pregunto unas 500 veces al día. Santa paciencia.
    Sobre lo de mentirles, a mí no es que no me pueda funcionar, es que no me gusta hacerlo. Soy malísima algunas veces por decir que no (directamente), pero lo prefiero a marearlos.

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  5. uno de mis sobrinos era así y si no conseguía lo que quería enmudecía y parecía una estatua, era horrible! así que mis respuestas eran directamente no y nunca, porque darle una fecha era la gota malaya xD

    con toda esa tenacidad ha logrado muchas cosas, entre ellas ser campeón de España de roller freestyle xD

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