domingo, 31 de enero de 2016

Orejas de carnaval

El domingo pasado me levanté con ganas de hacer orejas de carnaval.



Parte de culpa la tuvo mi paseo del sábado por la tarde, mirando escaparates, en los que vi por todas partes estos dulces típicos de estas fechas, y me dieron unas ganas enormes de hacerlos, y de comerlos.

Me levanté y, después de desayunar, hice la masa.



La receta es la que tenemos en la familia desde siempre, y pertenece a la abuela de unas primas mías. Por cierto, esta abuela cumplió 100 años en el 2015, y era de su familia desde siempre.



Dejé reposar un ratito la masa, más que nada porque no tenía azúcar en casa y tuve que esperar a que todos se levantaran para que alguna alma caritativa me fuera a la compra.



Sale mucha masa, así que mi madre me auguró que me iba a durar toda la mañana. Pero se extendía muy bien y ahora tengo una encimera bastante grande, así que en una hora estaban las orejas en la bandeja.



No nos han durado mucho, y eso que a mí me encantan pero me sientan fatal.



Qué complicado es hacer fotos a la comida...

sábado, 30 de enero de 2016

Reading places

Últimamente somos muchos en casa. Bueno, en realidad, uno más, mi madre, e intenta no molestar en nada, pero se nota que siempre hay gente en todas las habitaciones. Al menos yo lo noto. Y que no me he vuelto a quedar sola un rato desde noviembre.

Así que me ha dado por mirar lugares de esos en los que uno se sentaría solo con un buen libro y nada más.












¿Os gusta alguno?

viernes, 29 de enero de 2016

Encuentro literario 2016. David Fernández Sifres

Ya sé lo que me vais a decir: ¿Otro encuentro literario? La semana pasado tuvimos uno, del que os he hablado en estos días, y el miércoles de esta hemos tenido otro. Y es que las fechas son las que te dan las editoriales, así que estas dos experiencias han terminado casi coincidiendo en el tiempo. Pero no ha sido para tanto, porque los alumnos a los que iban destinados los encuentros no eran los mismos.

El curso pasado David visitó a nuestros alumnos y fue tan divertido que este año teníamos que repetir.

El año pasado fue con Luces en el canal, una obra que recomiendo si tenéis niños de entre ocho y doce años.

Esta vez con dos libros:



Título: El faro de la mujer ausente.
Autor: David Fernández Sifres.
Editorial: Edelvives.


Título: Un intruso en mi cuaderno.
Autor: David Fernández Sifres.
Editorial: Edelvives.

David es un escritor que a mí me gusta mucho, y además un magnífico comunicador, estupendo con los chavales. Nos divertimos muchísimo con su intervención y lo pasamos genial con él, tanto los alumnos de tercero, que habían leído El faro de la mujer ausente, como los de primero, con Un intruso en mi cuaderno.



 Fue una magnífica experiencia, y de verdad que estamos deseando repetir.


Muchas gracias, David.

jueves, 28 de enero de 2016

Mi pie

Antes de Navidades, me salió un papiloma en la planta del pie.



Eso, además de resultarme bastante doloroso, me ha impedido hacer cualquier tipo de ejercicio, ni siquiera he podido salir a caminar en los últimos dos meses. El asunto, a pesar de no ser nada grave ni mucho menos, me ha tenido bastante desanimada en mis propósitos de volver a la vida sana y al ejercicio.



Hace un par de años lo tuvo mi hijo mayor y nos costó más de seis meses quitárselo del todo.



Además, todo el mundo me hablaba de malas experiencias con estos temas y me tenía algo preocupada, además de dolorida y algo coja.



Pero, como no todo va a ser malo, después de ir al podólogo cada cuatro o cinco días durante casi dos meses, ayer me dijo que creía que estaba curado, que me va a observar en las próximas semanas pero que pensaba que todo se había resuelto muy bien y muy pronto.


Así que estoy muy contenta, y anoche ya preparaba mis zapatillas para salir a caminar, que lo estoy echando de menos.


miércoles, 27 de enero de 2016

Ahora

Ahora mismo llevo una hora levantada.



Me he duchado y vestido.



He recogido un poco la cocina.

Estoy desayunando frente al ordenador y no sé si tengo mucho que contar.



Tengo pendiente para hoy otro encuentro literario con un escritor, del que ya os hablaré.

Ayer me hice más de quinientos kilómetros entre la mañana y la tarde para estar al lado de unos amigos de la familia en un momento duro.



Y quizá esta tarde tenga que grabar un programa de radio, con lo que supone de kilómetros y cansancio.

Mañana tengo unas pruebas con los alumnos que aún no he preparado.



Y tengo casi a punto un envío que tengo que hacer, pero que se me está demorando por falta de tiempo.



Además de todo eso, tengo la garganta bastante tocada, con dolor de cabeza y malestar general incluido.

En fin, que he tenido días mejores.

martes, 26 de enero de 2016

Expresión oral

Ya os he contado en otras ocasiones que me gusta trabajar la expresión oral con mis alumnos.

Eso hace que mis clases no sean un remanso de paz en el que yo hablo y ellos permanecen callados, sentados mirando a la pizarra y asintiendo a lo que yo digo.

Podría hacerlo, sería todo más sencillo, no habría nunca salidas de tono, todo sería más fácil; yo hablo y ellos escuchan, pero eso no va conmigo.



Me gusta que los chicos participen en clase, y eso a veces hace que las cosas se vayan descontrolado, que se suba el tono de voz... Eso sí, sin llegar nunca al tono de los "debates" que se pueden ver en televisión.



Mis alumnos aprenden, o al menos lo intentamos, a respetar a los demás mientras hablan, a expresar su opinión de manera coherente y organizada, a pedir la palabra,... pero sobre todo aprenden que hay muy variadas opiniones y puntos de vista sobre un tema, y que a veces no saben nada de lo que pensaban que sabían, y que otras veces saben más que el profesor. Eso aún les alucina, cuando me preguntan algo y les digo que no lo sé. Además, como en mi centro tenemos la suerte de tener ordenador y cañón proyector en todas las aulas, es muy fácil que cuando no sabemos algo, algún alumno haga una búsqueda mientras seguimos con la clase y luego nos cuente qué ha encontrado y qué ha entendido.

Quiero que aprendan que en esta vida lo importante no son la lengua o las matemáticas, o sus notas del colegio, sino cómo traten a los demás, cómo sean capaces de expresar que no están de acuerdo con alguien sin insultarle ni herirle. Quiero que aprendan que hay que escuchar, siempre, a los demás.



Mis alumnos piensan que esos ratos en que salen temas, conversaciones, y debatimos sobre algo, estamos perdiendo el tiempo, sin avanzar en el temario. No se dan cuenta de que esos momentos para su profesora son mucho más valiosos que los días en que todo avanza y ellos están callados porque están dormidos o porque no les interesa demasiado lo que les cuento.

Una cosa, mis chicos no levantan la mano así de formalitos, como los de las fotos. Normalmente se creen que con tener la mano levantada ya pueden hablar, todos a la vez, sin importar si se les escucha o no. Estamos puliendo esos detalles. Nos va a llevar años...

lunes, 25 de enero de 2016

Encuentro literario 2016. Fernando J. López

Fernando es una persona maravillosa además de un excelente escritor.

El curso pasado nos visitó y le saqué la promesa de volver este año, algo que ha hecho con mucho gusto.

El jueves pasado tuvimos la suerte de contar con él, primero para asistir a la radio y grabar un programa con nosotros.


Después para pasar el resto de la mañana en el centro hablando con nuestros alumnos.

Fue un rato muy bien aprovechado, los chavales se portaron muy bien (no sé por qué dudo y me pongo nerviosa, ya que siempre lo hacen) y Fernando estuvo muy a gusto con ellos.



Experiencias como ésta hacen que merezcan la pena muchas cosas, el trabajo que supone llevar un libro al aula, intentar contagiar entusiasmo a los alumnos por la lectura, por los libros. Y luego llega un escritor, y muestra ese entusiasmo, y además multiplicado por mil, y los chicos lo notan, y lo agradecen.



Por supuesto que Fernando se fue con la promesa de volver, quizá muy pronto, este mismo año si conseguimos que Los amores diversos venga al centro, o el curso próximo con su nueva novela Los nombres del fuego, a punto de salir a la luz.

Os vuelvo a recomendar La edad de la ira, un libro muy acertado que habla de educación, de adolescentes, familias, profesores...Y también El reino de las tres lunas.


domingo, 24 de enero de 2016

Sherlock

Soy fan de la serie Sherlock, eso está comprobado por las veces que os he hablado de ella. Y me gusta y me disgusta a partes iguales que las temporadas sean tan cortas.



Pero lo de este año, lo de este año no tiene nombre...



Un único capítulo, uno solo, un especial para Navidad, es lo que nos han dado hasta ahora. Aunque se supone que sí habrá temporada con tres nuevos episodios, y quizá ya esté por ahí, aunque yo no la he visto aún.



Me ha gustado muchísimo ese capítulo especial, y me ha dejado con ganas de más, por supuesto.



Esta vez lo han ambientado en la Inglaterra victoriana, pero no así porque sí, sino con un sentido. Y hemos visto al Sherlock de los libros y las películas clásicas, con su característico sombrero.


sábado, 23 de enero de 2016

Operación Unfancy. Fase 2

Una vez terminada la limpieza de mis armarios, (sí, he tardado todo un trimestre, aunque parezca mentira) y también los de mis hijos, el segundo paso era comprarme algo de ropa.



Pero me adelanté a las rebajas y me la he comprado antes de Navidad, y durante, porque muchos de mis regalos de Papá Noel y Reyes han sido prendas de vestir.

En realidad, creo que no se me puede dejar sola pensando en que me cabe ropa en el armario y en los cajones...

El resultado de toda esta vorágine de regalos, autorregalos, rebajas y demás es:

- unos cuantos jerséis nuevos, de los que ya os hablé aquí.

- ropa interior nueva (esta era absolutamente necesaria)

- tres pares de zapatillas de deporte que no necesitaba imprescindibles para mi vida. Son estas tres:








- una mochila nueva (por cierto, aún no he hecho limpieza de bolsos, y falta me hace). No es exactamente esta pero es de esta marca y bastante parecida.



Necesito urgentemente,  y esto va en serio, un par de vaqueros, que es la prenda que más uso y los he ido apurando tanto que el otro día llegué al insti con el pantalón roto, no un poco, sino roto ya por el desgaste, en las costuras del culo. Vamos, que me pasé toda la mañana con las bragas al aire.

Gracias a que siempre llevo un jersey un poco largo.



Y ahora os pido consejo. Tengo intención de comprarme vaqueros buenos y que sienten bien. No sé si volver a los Levis, que antes era lo que usaba pero hace años que no tengo, o probar alguna marca nueva.

Aconsejadme algún vaquero que siente bien a las culonas.




viernes, 22 de enero de 2016

La quinta ola

Hoy se estrena una película con este título, basada en este libro:


Título: La quinta ola.
Autor: Rick Yancey.
Editorial: RBA.

Hace un par de semanas lo leí, porque es una distopía, que es un género que me gusta; juvenil, que ya sabéis que me interesa; porque había leído buenas críticas y porque pensé que podía ser una buena lectura para compartir con mi hijo mayor.

Me gustó bastante.

La historia arranca con una invasión alienígena. Pero no como estamos acostumbrados a verlos en las películas. Se trata de una invasión en la que la raza humana  no tiene ninguna posibilidad porque ellos son infinitamente superiores a nosotros en todo.

La protagonista de la historia tiene la suerte de estar viva aún, y sola, vagando por un mundo postapocalíptico.

Y no cuento más, aunque el trailer de la peli desvela muchas cosas.





Íbamos a ir esta tarde a verla al cine, pero mi hijo no ha terminado aún de leer el libro. En realidad, no ha llegado a la mitad, porque tenemos una etapa en la que cualquier cosa le entretiene y no se concentra ni diez minutos en nada. Así que ya os contaré de la película en un par de semanas, espero.

jueves, 21 de enero de 2016

Quiché de puerros y gambas

Este fin de semana estrené por fin mi cocina nueva y, claro, mi horno nuevo, algo que estaba deseando, porque el viejo ya estaba en las últimas.

Para probarlo, hice una quiché.



Saqué la receta de la página de Webos Fritos, que supongo que todos conocéis porque sus recetas son sinónimo de éxito.

La receta es esta, pero en lugar de champiñones le puse mucho puerro.



Primero puse la masa en el horno para que se hiciese un poco.



Tenía que haberle puesto algo de peso encima, pero, aún así, quedó bien.


Mientras tanto, hice el puerro a fuego lento.


Una vez hecho, puse en puerro bien rehogado junto con los espárragos verdes y las gambas sobre la masa quebrada.


Le añadí la nata mezclada con los dos huevos y lo metí al horno a 180º.


El resultado puede que no fuera perfecto, al menos para las fotos, pero estaba muy bueno.