viernes, 30 de mayo de 2014

De provincias

Muchas veces me quejo ante el que me quiera oír de la escasísima oferta cultural de esta ciudad en la que vivo, tan escasa que a veces no existe, y que hay que buscar debajo de las piedras para disfrutar de una obra de teatro, un concierto, una conferencia interesante...

Pero a veces damos tan por supuestas las cosas que no nos damos cuenta de las ventajas de que disfrutamos a diario.

imagen

Hace tres o cuatro días han cerrado un puente por obras. No es un lugar céntrico, pero sí de mucho tráfico. Así que en estos días me he visto inmersa en tres atascos. Tres atascos que a mí me parecieron enormes, espantosos y desproporcionados.

El último de ellos, ayer por la tarde, me hizo llegar diez minutos más tarde de lo que pensaba al centro comercial al que me dirigía. Y llegué de muy mala leche, y porque me era indispensable hacer una compra para hoy, que si no...

imagen


Y pensé que para alguien que vive en una ciudad grande eso no es un atasco ni es ná, es el día a día.

Y pensé en la suerte que tengo de vivir donde vivo, de haber podido elegir en qué ciudad me apetecía vivir y pensar, años después, que no me he equivocado, aunque luego me queje un montón de muchas cosas.

imagen


Pensé en mis compañeros cuando se quejan de la carretera, y en mí misma que a veces también lo hago (aunque no demasiado) porque desde que salgo de casa hasta que aparco el coche a la puerta de mi trabajo ha pasado una hora, a veces incluso un par de minutos menos. Y eso no lo puede decir mucha gente en una gran ciudad.

imagen


Si cuentas que trabajas a 100 km de casa, la gente siente lástima por ti. Si dices que, además, pasas un puerto de montaña cada día para ir a trabajar, piensan que estás loca, pero si piensas el tiempo que dedican muchas personas al transporte público cada día, creo que debo sentirme afortunada.

imagen


En mi ciudad, si coges el coche, no puedes tardar más de quince minutos en llegar a ninguna parte. Eso tardaba yo antes en ir a trabajar y lo hacía en un pueblo de esos que con los años han terminado unidos a la ciudad.

Y andando hay más distancia, claro, pero la mayoría de las cosas, como vivo muy cerca del centro, están más o menos entre diez y veinte minutos a pie de mi casa.

Así que, mi propósito para hoy es dejar de quejarme de las pequeñas cosas que me molestan de este lugar y disfrutar de las enormes ventajas de vivir aquí.


15 comentarios:

  1. jejeje me has hecho recordar una cosa que me pasó cuando estaba a punto de irme a Badajoz a estudiar...Badajoz está a 100km de mi pueblo y además es todo autovía con lo que se tarda en torno a 1 hora en llegar más o menos...sin embargo, para mí y mis padres, era impensable que pudiera hacer ese recorrido toooodos los días 2 veces, incluso teniendo coche propio, en lugar de alquilar allí un piso...sin embargo, una amiga de mis tíos que vivía en Madrid nos dijo que eso era lo que tardaba su hija todos los días en ir a la universidad de la misma ciudad!!!
    así que, ciertamente sí, todo es relativo jajajaja y en Madrid las distancias y el tiempo es completamente diferente al del resto de España jajajajajajaja ;))

    y está claro que a todo a quien gane, pero si te comes 3 atascos en 1 semana cuando normalmente no hay nada, es para quejarse...y mucho!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es muy cierto. Lo de Madrid y las distancias es diferente del resto del mundo, se ve con otros ojos cuando estás allí. Nosotros vamos cada cierto tiempo, pero cuando vas de visita, a ver cosas, no lo notas. Lo notas cuando tienes que ir a trabajar a diario. Y la opción de elegir vivir cerca del trabajo, como tú, es la mejor.

      Besos.

      Eliminar
  2. Puffffffffff.... este tema me toca la moral siempre. Es un asco vivir en la ciudad si hablamos de este aspecto. Para ir a la universidad, si uso el transporte público, tardo una hora y media de reloj (sólo para ir). Si uso el coche y no hay tráfico son 15 minutos. Pero como casi siempre hay atascos, tardo una hora.
    Total... que pierdo cantidad de tiempo de mi vida en estas cosas. Lo bueno es que normalmente aprovecho esos ratos para leer o para mirar instagram... jaja

    Besossss

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, lo que uno piensa en estos casos es la cantidad de tiempo perdido, pero si lees, te relajas... a lo mejor no es tan perdido. Tengo algún compañero que, como compartimos coche, si no le toca conducir duerme una hora más. Y no está mal si lo piensas...

      Besos.

      Eliminar
  3. A la tercera va la vencida, a ver si me deja publicar... Decía que aunque utilizo el transporte público, veo atascos a diario en Madrid, y que se tiene que notar la diferencia en las ciudades chiquitinas...

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se nota mucho. Aquí puedes ponerte nerviosa con el tráfico a las horas de entrada y salida de colegios e institutos en determinadas calles, y si llueve, pero puede ser todo cuestión de dos o tres minutos más de los que pensabas.

      Besos.

      Eliminar
  4. Todo es cuestión de perspectiva:
    mi hermana se fue a hacer un master a Madrid y cuando volvía a nuestra ciudad de provincias decía: qué pequeñito es todo!
    luego fue a trabajar a una ciudad de 50000 habitantes y cuando volvía a casa decía: 'pero qué grande es esta ciudad!'.

    Ahora vivo en Madrid, trabajo a 20 km y tardo 50 min en llegar al trabajo y otros 50 en volver. Probé ir en coche, a ver si tardaba menos, pero el ahorro era de 10 min, 15 a lo sumo. Así que prefiero el transporte público y puedo leer y estar tranquila un rato. De hecho, es mi único rato de tranquilidad!

    Por cierto, Ro, vives en un lujo de ciudad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto que mi ciudad es un lujo. Según salgo de casa y doy la vuelta a la esquina, mi visión es esta: http://www.españaescultura.es/es/monumentos/leon/catedral_de_leon.html

      Eliminar
  5. Me encantaría vivir en una pequeña ciudad, en la que encontrar de casi todo y poder ir a buscarlo a pie. :) Tienes suerte si lo veo desde mis ojos :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo he vivido en el pueblo hasta que fui a la universidad, y después también fines de semana y demás. el pueblo hay que apreciarlo, porque también tiene sus ventajas... pero no quiero vivir en un pueblo más.

      Besos.

      Eliminar
  6. Cuánta razón. Yo vivo en un pueblo muy grande, cerca de una ciudad, pero no pegada a ella. Pues tardaba el mismo tiempo en llegar a la facultad que una de mis compañeras que vivía dentro de la ciudad, y lo mismo también que otra que vivía en un pueblo bastante más lejano que el mío (y con menos tráfico). Las distancias y los tiempos son relativos, y depende de lo que estés acostumbrada.
    Yo le veo muchas ventajas a vivir donde vivo, la verdad.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sí, los pueblos cercanos a las ciudades son una opción muy interesante, la verdad, con las ventajas de uno y sin los inconvenientes de la otra.

      bEsos.

      Eliminar
  7. Desde que vivo en un pueblo que tardo menos en llegar a mi trabajo de lo que lo hacía antes, que vivía en el mismo barrio. Imagínate lo sorprendente que es.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Parece mentira pero en muchos casos es cierto...

      Besos.

      Eliminar
  8. Llego tarde, para variar, pero es que menuda semanita llevo.
    Tienes mucha razón, nos quejamos por todo. Yo intento darme cuenta de las ventajas de vivir en una ciudad pequeña, pero es que en la parte en la que está creciendo, nos estamos convirtiendo en "sólo desventajas". Cierto que en estas ciudades la oferta cultural no es muy amplia, pero la tranquilidad creo que compensa.

    ResponderEliminar

Cuéntame...