viernes, 25 de abril de 2014

Refuerzo positivo

Hace unos días mi querida Bettie hablaba de educación, y nombraba el refuerzo positivo como una de las claves para cambiar muchas cosas. Al menos yo la entendí así.

imagen


Os voy a contar mi experiencia al respecto. Pero no como profe, como madre.

Mi hijo mayor ha sido fácil. Un niño un poco brutote cuando era muy pequeño pero que siempre se ha dejado guiar, que ha sido sencillo de convencer.

Cuando empezó a tener conciencia de lo que estaba bien y mal, si hacía algo que era peligroso para él, o que le habíamos dicho que no hiciera, le castigábamos. Lo hacíamos igual que hacían en la guardería, sentado unos minutos en una silla, a pensar sobre lo que había hecho y a expicarnos después por qué le habíamos castigado.

No hizo falta mucho trabajo, y ya digo que no ha sido complicado. Hasta ahora, que empieza la adolescencia y necesitamos un manual de instrucciones nuevo.

El pequeño. ¡Ay!, el pequeño.

imagen
Mi hijo pequeño empezó por darse golpes con todo lo que se movía y todo lo que estaba quieto. Cuando empezaba a andar le tuvimos que comprar una chichonera. Sí, leéis bien. La llevaba en la guarde y en casa, en palabras de la pediatra "para que no termine con la cabeza deformada a fuerza de golpes". La llevó durante un año.

A partir de ahí, un niño movido, inquieto, uno de esos que si está callado tienes que echarte a temblar. Y usamos el mismo método: el castigo cuando algo no era como nosotros le estábamos enseñando. Y el pobre niño pasaba mucho tiempo castigado, en la silla, en su habitación, sin tele, sin ir al parque... No sé, todo lo que se nos ocurría.

Y las cosas no se arreglaban. No había nada que surtiera efecto para que se portara mejor. Ya iba al cole y el tercer año de infantil empezó a pegar a sus compañeros. Pegar no era algo que hubiera visto ni vivido, pero era su forma de defenderse de esos compañeros que le marginaban y nunca querían jugar con él.

imagen
Entonces fuimos a un psicólogo. Bueno, en realidad a uno detrás de otro.

Y lo primero y más importante que aprendimos fue el refuerzo positivo. Fue mágico.

Mi psicóloga me dijo: fíjate bien: tu hijo pega a un compañero y le castiga la profesora, además, te manda una nota para que lo sepas. En el comedor come mal, le castigan sin salir al patio y cuando vas a buscarle te lo dicen. Tú llegas a casa ya desesperada y le castigas por comer mal y por haber pegado al compañero. Dos castigos por cada cosa que hace mal, y además, le das la charla (soy mucho de dar la charla, qué le vamos a hacer), una charla que por un oído le entra y por otro le sale. Su idea de sí mismo es que todo lo hace mal, y solo recibe broncas y castigos.

Me puso de deberes lo siguiente: ir a buscarle y no preguntar cómo le había ido el día(antes le abrasaba a preguntas), y tampoco decirle que se porte bien por la mañana al dejarle en el cole. Dejar que sea él quien me cuente lo que crea que tiene que contarme del colegio. Y si trae una nota decirle que no debe hacer eso más, pero no castigarle de nuevo. Decirle cada día al menos una cosa que ha hecho bien, sea la que sea.

imagen
No sabéis lo que tuve que morderme la lengua. Y los días en que no pude cumplir del todo lo que me había dicho, pero lo intenté, y cada día era más fácil.

Qué bien te vistes tú solito. Eres un niño mayor.

Qué bien desayunas sin mancharte.

Cualquier cosa era buena para decirle lo bien que hacía las cosas. Y poco a poco no me costó ningún esfuerzo, porque mi hijo empezó a hacer cada vez más cosas bien.

Dejó de pegar, aunque alguna vez aún saca la mano a pasear, y empezó un cambio que aún continúa, que nos cuesta a todos mucho trabajo, a él el primero, claro, pero que nos da muchas satisfacciones. Y desde entonces cada día mi hijo me oye decir lo bien que hace algo, sus estudios, su comportamiento, sus habilidades para las cosas...

imagen
En el insti me resultaba mucho más fácil hacerlo, saber ver algo positivo en cada alumno (o casi) y decírselo, animarles a mejorar, pero en casa no sabíamos cómo enfocarlo y aún estamos aprendiendo.

23 comentarios:

  1. Yo lo tengo comprobado,el refuerzo positivo es lo que mejor funciona!
    Lo aplico con alumnos,hijos y con la gente de mi entorno.
    Besos!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues a mí me ha costado aprenderlo, y ha sido duro, pero luego sale solo, y funciona.

      BEsos.

      Eliminar
  2. jajaja, me recuerda a super nanny, cuando decia que siempre estabamos regañando y gritando

    mucho animo Ro, yo creo que niños y mayores somos dificiles de entender a veces

    ResponderEliminar
  3. Pues yo hoy me quejo. ¡A mí Google no me refuerza positivamente!
    Ahora en serio, qué trabajito. Mira que lo intento, y también cuando hacen algo mal no "incidir" más, pero es que cuesta mucho. Con mi hija no lo tenía yo tan claro, me pilló de primeras, y tiene muchísimo carácter. La pobre, no sabes la de veces que ha estado castigada, incluso sin ningún juguete. Y "aparentemente", le daba igual. El peque es más de no darse cuenta por un lado, y por otro de hacer lo que le dices porque se lo cree profundamente. Así que a ratos es más chulo que nadie, pero como le digas algo malo, también lo interioriza muy rápidamente...
    Esto me recuerda conversación en el coche, ayer:
    - Mamá, me tienes que dar unos consejos.
    - ¿Y para qué son?
    - Para educar a mis hijos cuando los tenga.
    - ...

    Sara M.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pero... ¿a ti qué te pasa con google, corazón...?

      Los niños son la pera. Todos. Lo que funciona con uno no lo hace con otro.

      Besos.

      Eliminar
  4. Ay mi lechuga¡¡¡ ole, ocn lo que le queremos por aquí. Es un buen muchacho déjale en paz... somos madres y unas brasas y ellos cada uno tienen sus tiempos y son hijos y tienen un adn (afortunadaemnte) distinto al nuestro. Que lástima, si es lo que pedimos que hagan con nosotras¡¡¡ y no somos capaces de hacerlo con nuestros hijos... bueno pues eso, viva el pequeño, el mayor y la madre que los... (me parecía... refuerzo... positivo... ya paro)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Nuestra lechuga es genial. Ya te contaré más cosas, pero está cambiando, madurando, despacio, como él solo sabe hacerlo, pero está muy bien.

      bEsos.

      Eliminar
  5. A mi me funciona perfectamente! a veces no es fácil, y la verdad es que mi niña es bastante obediente, pero para cosas que le cuestan, no hay nada que funcione, el refuerzo positivo, siempre.
    besos
    Diana

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Con el mayor cualquier cosa funcionaba, porque los niños obedientes salen bien casi solos, pero los que no son así son un reto, y es complicado hacerlo, cuesta, pero el refuerzo creo que es lo mejor.

      Besos.

      Eliminar
  6. Queda mucho que aprender, porque los padres arrastran muchas veces la educación que han tenido, que en este país ha sido en el mejor de los casos, castigos, simplemente, y en el peor, palizas. Y luego el padre se ve ante problemas y o bien reacciona con castigos, o bien pasa de todo y no educa a los niños, porque no quiere "repetir" su historia. Pero hay otros recursos, y hay que aprenderlos. Es más fácil dar un tortazo a un niño que buscar elogiarle algo todos los días, morderse la lengua, dejar pasar cosas que en realidad no tienen tanta importancia, etc. etc. Pero los niños son un proyecto fascinante, no hay que ir a lo fácil, sino a lo bueno.

    Muá, profe.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los niños son el proyecto más grande de nuestras vidas. Y es verdad que es muy dificil, y que lo fácil resulta a largo plazo lo peor.

      bEsos.

      Eliminar
  7. Hola Ro!
    Lo que más me cuesta hacer entender a los padres es que yo no castigo, porqué no haría nada que no creyese beneficioso para los alumnos y el castigo para mí no lo es, y tengo que convivir con compañeras y familias que lo usan. Tal vez sea por haber estudiado Psicología antes de Educación Infantil o por mí manera de ver la vida, no lo sé... Cuando un padre o madre llega y pregunta a su hijo/a o a mí si ha llorado les pido que no lo hagan delante de él/ella, que si les preocupa algo me pidan una reunión y lo hablamos tranquilamente, que cuando entren por la puerta abracen a su hijo/a o lo que quieran... pero en positivo! Yo no soy muy entusiasta del a todo "¡¡muy bien!!", "¡¡bravo!!", a veces las educadoras de infantil parecemos animadoras y no es eso, la naturalidad siempre es la mejor opción y que nuestras palabras favorezcan su autoestima es fundamental.
    ¡Qué difícil es educar eh! Bueno, poco a poco, siempre estamos aprendiendo...
    ¡Un beso!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A mí tampoco me gusta la exageración, le digo a mi hijo lo que hace bien cada día, pero muchas veces ya basta con una mirada y una sonrisa. Y con mis alumnos me pasa lo mismo. Los hay que necesitan el refuerzo delante de los demás, y los hay que solamente un "sigue así" en un ejercicio les llega.

      Es muy difícil educar, mucho.

      Besos.

      Eliminar
  8. Hoy día, aunque a algunos nos pueda parecer mentira, el concepto de "refuerzo positivo" no lo conoce demasiada gente. A veces cuando lo nombro, me siento como una filósofa revolucionaria. No es que yo no me equivoque, ni que castigue, tampoco es que a mí me castigaran. Pero tuve, tanto, tanto refuerzo "negativo", que hubiera dado lo que fuera, porque alguien me dijiera las cosas que hacía bien, no las cosas que me faltaba por hacer. Y eso que yo era algo parecido a tu hijo mayor. Ahora, con el mío, me tengo que moderar. De tanto que lo refuerzo, tiene un exceso de autoestima, jajajaja.
    Un beso fuerte guapa!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo no sé si tuve refuerzo negativo, pero no lo tuve positivo cuando era pequeña y lo habría necesitado, de verdad. Mi peque a veces también me sale con alguna cosa que me parece que me paso en reforzarle la autoestima.

      Besos.

      Eliminar
  9. El refuerzo positivo siempre ha de primar al negativo. Parece que todos debemos nacer aprendidos y saber qué es lo que está bien, y nos avasallan cuando algo lo hacemos mal. No conocemos lo bueno y lo malo, nos lo deben decir. Pues, por qué no valorar cuando se hacen las cosas bien? Y no se debe confundir con caramelitos o juguetes, hablamos de gestos, palabras, detalles inmateriales. Un niño debe sentir cariño y afecto, debe sentirse valorado. Si se les educa desde el refuerzo positivo, ellos mismos descubrirán qué es lo que está mal.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cada vez que entrego notas o tengo una entrevista con padres, busco algo positivo que decirles. Puede que también haya cosas negativas, o puede que no, pero lo positivo siempre tiene que estar, porque todos hacemos cosas bien.

      Besos.

      Eliminar
  10. En mi caso solo puedo hablar de nuestra perra, porque hijos no tenemos, pero viene a ser lo mismo con el tema de la educación.
    Al principio también hacíamos lo mismo, castigos, pero lo que se consiguió es que tuviera miedo a mi marido. Solo me hacía caso a mí, porque era más blanda xD
    Poco a poco fuimos cambiando y se nota mucho la mejoría. Por supuesto aún queda mucho camino que recorrer, pero lo importante es llegar al cauce correcto :)

    ResponderEliminar
  11. Hola Ro! Primero decirte q me encanta tu blog y que me lo estoy leyendo este verano por

    ResponderEliminar
  12. Porque te he descubierto hace poco y ahora tengo mas tiempo. Segundo, cuando dices fuimos al psicólogo, a quienes te refieres? Padres con niño o solo padres? Gracias y beso.

    ResponderEliminar
  13. Porque te he descubierto hace poco y ahora tengo mas tiempo. Segundo, cuando dices fuimos al psicólogo, a quienes te refieres? Padres con niño o solo padres? Gracias y beso.

    ResponderEliminar
  14. Hola Ro! Primero decirte q me encanta tu blog y que me lo estoy leyendo este verano por

    ResponderEliminar

Cuéntame...