Las navidades de antes

Cuando yo era pequeña...

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Todo lo que empieza así, implica, según mis alumnos, una historia poco interesante sobre algo de hace muchísimos años (la antigüedad) que a ellos no les interesa en absoluto. No lo dicen, lo veo en sus caras.

Bueno, pues cuando yo era pequeña, la Navidad era diferente. No mejor ni peor. Sólo diferente.

Por ejemplo, Papá Noel no venía a España, al menos no a mi casa. A mí nunca me trajo nada. Lo veía en las películas que echaban en la tele pero no me hizo ni una visita en todos los años de mi niñez.

En mi casa siempre hubo un árbol de Navidad, y no un Belén, cosa extraña por entonces. Y ahora en mi hogar ponemos las dos cosas, además de un ramo leonés, tradición que hemos adoptado en los últimos años (ya os lo enseñaré cuando lo ponga).

Mis navidades eran esencialmente caseras. Veía muchas, muchas películas, todas con la Navidad como telón de fondo, y me encantaban, y siguen gustando, las películas antiguas. Una que nunca faltaba es ésta Qué bello es vivir, y ahora es una tradición que la veamos toda la familia durante las vacaciones.

Antes los Reyes Magos me traían un juguete, y libros, después, cuando fui creciendo, sólo libros, y aún en casa de mi padre siguen trayéndome libros año tras año.

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Cada vez queda menos para la Navidad, fecha que algunos odian y a mí me encanta. Y quiero disfrutar cada momento como lo hacía de pequeña. Ése es mi propósito para las próximas semanas: empezar a disfrutar de las navidades por adelantado, de los preparativos, de la ilusión, como cuando era una niña.