viernes, 23 de septiembre de 2016

El desapego

Siepre he sido de esas personas que lo guarda todo, no tira nada, y tiene cosas, ropa, y de todo, de hace mil años.

Mis amigos se ríen porque todos los años me pongo un bikini que me compró mi entonces novio cuando tenía 18 años. Sigue estando bien, la goma un poquito desgastada, pero me encanta y todos los años, aunque sea una o dos veces, me lo pongo.



Peeeeero, en los últimos tiempos estoy cultivando, y cada vez más, el desapego. No sé si es la fiebre Marie Kondo que se ha apoderado de mí o qué es, pero cada vez guardo menos, y retiro más: ropa, libros, cosas en general.

Creo que estoy en una etapa que, porque tengo una familia y ellos tienen también cientos de cosas que yo no puedo tirar, si no, acabaría con un colchón en el suelo y un par de cosas para mí imprescindibles. Bueno, un par de ellas no, pero sí muchísimas menos de las que tengo.



Cuando he limpiado y reformado el salón, he sacado bolsas y bolsas de cosas que en su momento me parecieron buena idea pero que no quiero en mi casa, porque no me sirven para nada y tampoco me aportan nada. Entre ellas, y sé lo que vais a pensar, he retirado más de cincuenta libros, que metí en cajas y llevé al instituto para la biblioteca.

La mayoría de la gente no se deshace de sus libros, y los guarda como tesoros, pero yo he quitado del medio libros que no me gustaron, que no pienso volver a leer y que no me interesa tener en casa, además de los repetidos, sí, los repetidos, que eran un montón considerable.



Total que mis estanterías siguen estando llenas, porque mi chico no me dejó retirar las enciclopedias, que ocupan un montón y que pensé también en donar a la biblioteca. Pero si nadie las consulta ya...

En fin, que me siento mejor con menos cosas, y que no he corrido a comprar otras para remplazar las que tenía, ni los adornos, ni nada...



Lo mismo me pasó este invierno cuando reestructuré mi armario y retiré un montón de ropa que no me ponía. No he echado de menos absolutamente nada, y mi armario no diré que sigue igual de ordenado, porque yo soy muy desordenada, pero está bastante decente, y en él ha entrado ropa nueva, pero no tanta como para llenarlo.


12 comentarios:

  1. Pues yo no tengo mucho apego a casi ningún objeto, a pesar de que mi madre lo tiraba todo cuando vivía con ella, y no conservo ningún fetiche de mi niñez. Pero con los libros me cuesta más, y eso que me he dehecho de algunos (libros de mi niñez si que me quedan).
    Un beso!
    Marialu

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  2. yo tengo una libreria muy grande hasta el techo en una habitación y se que si a medio plazo me cambio de casa, esa libreria te aseguro que se va a quedar en la mitad, libros de medicina desfasados, novelas que no me gustaron, libros repetidos también...

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  3. Yo ya sabes que lo tiro todo...cuando me da la locura organizativa tiro hasta cosas que luego he necesitado...dígase cargadores de móviles jajajaja
    Con los libros no me puede parecer una nueva mejor vida que donarlos a una biblioteca, porque total para que estén guardando polvo en mi estantería...me refiero a los que para cada uno son prescindibles, claro!! los otros yo también los guardo como oro en paño :)

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  4. El proceso de deshacerse de cosas que no utilizamos y atesoramos de manera irracional es una estupenda terapia de limpieza mental. 😜 Y el espacio que queda siempre puede volverse a llenar, o no.
    Saludos Ro.

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  5. Ya sabes que soy de tirar, pero ahora que soy mami hago algunas excepciones porque quiero algún recuerdo para la nena. Pero vamos nada fuera dela lógica de mi cabecita.

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  6. Pués todavía no tengo claro que filosofía seguir, si la del desapego, soltar y tirar (mejor retirar) o esa que resuena en mi cabeza: "quien guarda, halla".
    Hay cosas que sí he reciclado, y pronto tendré que hacer el gran esfuerzo de soltar... lo que no soy capaz de tirar son mis apuntes de la universidad.

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  7. Cajas de iPhone/iPad/iPod (se quedan, con lo monas que son, por Dios!!!) vs. enciclopedias (se fueron).
    Yo quité reproductor de dvd, vídeo vhs, sintonizador tdt, altavoces... No cuento todo que me da vergüenza. Lo que me da mucha pena, pero creo que es absurdo mantener, son mis libros de cuando era pequeña. Todas las obras que tengo por ejemplo de Enid Blyton; si a mis hijos ya les han llegado muyyyyyy pasadas de moda, a los que lleguen ni te cuento. Pero me da pena.
    El resto de cosas, nada. Excepto la chaqueta de cuadros que tiré el año pasado y justo este año se llevan un montón!!!! (y que si no hubiera tirado, seguro que no me pondría por tener demasiadas hombreras o algo así).

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  8. Pues yo tiro y tiro, regalo y regalo, vendo y vendo... porque he aprendido que lo que no usas en un corto periodo de tiempo, ahi se queda. Ocupando espacio y ensuciando. Prefiero que lo utilice alguien. Las cosas, cosas son... Preciosas fotos!

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  9. Yo también lo estoy practicando aunque aún me quede mucho trabajo. Es hora de viajar más ligeros ;) Un beso fuerte

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  10. De vez en cuando hago limpieza de cajones y tiro cosas. También soy mucho de guardarlo todo, y muchas cosas no sé ni para que las quiero.
    ¿Libros repetidos? Yo tengo uno porque hacía años que lo tenía, y me regalaron otro ejemplar en un amigo invisible de libros. Ni siquiera lo he leído, no me llama mucho.
    Un beso, guapa :)

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  11. Yo estoy iniciandome en la fiebre Konmari... te entiendo perfectamente y me da paz leerte, jajaja!! Ya te contaré si lo consigo. Un beso!

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  12. Cuando me mudé aquí doné tantos libros que ahora guardo poquísimos (en comparación)

    Si alimentamos a la biblioteca, la biblioteca nos alimentará!

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